martes, 13 de enero de 2009

James Joyce: Retrato del artista adolescente (la reflexión estética y la lectura plural)

"... Retrato del artista adolescente es una novela semiautobiográfica escrita por James Joyce, publicada en 1916. Es la historia de un muchacho llamado Stephen Dedalus, el alter ego de Joyce. El nombre del personaje hace clara referencia a Dédalo, el arquitecto y artesano de la mitología griega. El narrador es Stephen, y hay cincos episodios que narran partes de su vida. Está en forma de stream of consciousness, en la que el narrador habla de sus pensamientos al azar, retratando las luchas de un joven sensible en contra de las convenciones de la sociedad burguesa. Stephen Dedalus es un niño al que le gusta escuchar los cuentos de su padre, Simón Dedalus, disfruta de su aun corta vida y desconoce mucha de las cosas que esta ávido por saber. Como era de esperarse, llego el tiempo de que fuese a la escuela y asiste a Clongowens Word. Para un colegio jesuita para jóvenes de familias adineradas. Su radical cambio consistía en seguir todas las reglas a las que debía ceñirse todo buen cristiano según la Biblia y su pago por los pecados cometidos era privar a sus sentidos y a su cuerpo de los placeres fundamentales pues le martirizaba el saber que nunca iba a poder librarse del todo de los pecados que cometía. Stephen descubre la infelicidad que conseguía al llevar esa vida llena de religiosidad que termina por parecerle absurdo y se aleja de la religión. Un nuevo transcurso de tiempo nos sitúa en su vida universitaria. El stephen universitario es una persona mucho más instruida que da comienzo a la definición de sus dotes literarias. En esta etapa, es considerado un alumno “revolucionario” como le diría McCann, compañero de estudios con quien no compartía opiniones. En este proceso, enamorado y no correspondido, el protagonista decide escribir y culmina por desarrollar sus facultades de escritor que en un comienzo le avergüenza mostrar, pero esa transición se culmina y continúa con su literatura escribiendo en su diario. (“..Mira, Cranly -dijo-. Me has preguntado qué es lo que haría y qué es lo que no haría. Te voy a decir lo que haré y lo que no haré. No serviré por más tiempo a aquello en lo que no creo, llámese mi hogar, mi patria o mi religión. Y trataré de expresarme de algún modo en vida y arte, tan libremente como me sea posible, tan plenamente como me sea posible, usando para mi defensa las solas armas que me permito usar: silencio, destierro y astucia…”). Muy característico de la obra, y del hacer de Joyce, es la evolución estilística que exhibe el Retrato, progresión que el autor hace coincidir con las sucesivas etapas en la vida del protagonista. Así, pasa de reflejar los balbuceos de un bebé en las primeras páginas, a los depurados períodos que cierran la novela, en los cuales se narra la peripecia interior de un universitario. Esta mezcla de estilos alcanzará su máxima expresión en Ulises (1922), obra maestra del autor, en la cual repite protagonismo Stephen Dedalus. Para superar la estrechez de las palabras Joyce encuentra una salida a través del monólogo interior controlado racionalmente como una expresión de la asociación de ideas constante y de la lectura plural."
Esta recensión es extracto y compendio de otras reseñas que se relacionan en los vínculos que siguen:

1 comentario:

  1. Un libro imprescindible, clave para entender la faceta romántico/simbolista de Joyce...


    Aquileana ;)


    http://aquileana.wordpress.com/2008/03/20/james-joyce-retrato-del-artista-adolescente/

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