viernes, 13 de febrero de 2009

René de Chateaubriand : Memorias de ultratumba (el ensayo y la novela)

"... Obra de Chateaubriand, escrita a partir de 1809, con una mayor intensidad entre los años 1830 y 1841, y que apareció póstumamente (1849-1850) por entregas en el periódico "La Presse". Epopeya extraordinaria de unos tiempos convulsos que François de Chateaubriand vivió como testigo y protagonista, las Memorias de ultratumba son un documento literario atemporal. Melancólico y desengañado, aristócrata que presenció la Revolución Francesa, que viajó a la joven República americana y conoció el esplendor y la falsía del Imperio napoleónico, así como la Restauración, Chateaubriand fue un hombre polifacético, hábil y vehemente, cuyas Memorias—«un templo de la muerte erigido a la luz de mis recuerdos»—nacieron como confrontación personal con la Historia, como revancha contra el tiempo. Un escritor maravilloso y de culto capaz de construir, como el profesor Fumaroli dice «una reflexión profunda, de una actualidad sobrecogedora y de un alcance universal, sobre la era democrática inaugurada por la Revolución Americana y por la Revolución Francesa, sobre las grandes esperanzas que ella hizo nacer, sobre los peligros que llevaba en germen, y sobre las pruebas insólitas a las que exponía, en su expansión mundial, la libertad y la humanidad misma del hombre.» La narración está ambientada en las postrimerías del Antiguo Régimen y el principio del período moderno, época que Chateaubriand representa en un cuadro vivaz y polémico. Reminiscencias y meditaciones encuentran unidad en la presencia del autor, que transforma la narración en epopeya personal y monumento a sí mismo. Chateaubriand evoca, como si se tratase de un fresco, su vida de escritor, de soldado, de viajero, de político, y sus vivencias y sus pensamientos son dirigidos por una narración orientada a la posteridad. La obra está dividida en cuatro partes, que coinciden con los períodos más importantes de su vida: la primera parte (1768-1800) comprende desde el nacimiento del escritor hasta la emigración obligada por la Revolución; en la segunda parte (1800-1814) presenta su experiencia literaria hasta la Restauración; en la tercera (1814-1830) recuerda su activa carrera política; finalmente, en la cuarta parte trata sus últimos años. Baudelaire lo llamó "el gran aristócrata de las decadencias". Flaubert, Proust y otros grandes escritores lo admiraron. La derecha más conservadora lo repudió por liberal y Sartre dejó ver el desprecio de la izquierda hacia él orinando sobre su tumba. Aunque la obra tiene rasgos que la acercan del género literario de las "memorias" (en el significado clásico del término, como las "Memorias de Saint-Simon"), las "Memorias de ultratumba" también se inspiran en las Confesiones de Rousseau, en el sentido en que Chateaubriand trata (además de los acontecimientos políticos e históricos a los que asiste) de detalles de su vida privada y de sus aspiraciones personales. También en esta obra encontraremos algunos de los mejores ejemplos de prosa poética, un género en el que sobresalía Chateaubriand. Por otra parte, la melancolía de la obra ayudará a convertir a Chateaubriand en el ídolo de la joven generación de románticos franceses, entre los que hay que incluir a Víctor Hugo quien, siendo aún un niño, escribirá en un cuaderno: "Seré Chateaubriand o nada.". Fumaroli dice, en Poèsie et Terreur, que lo que Chateaubriand entiende por essai es lo que a partir de 1880 empezará a llamarse "monólogo interior", tensión entre la espiral de la historia y el derrotero del individuo. Y cuando se dice que escritores contemporáneos —como Claudio Magris y Roberto Calasso— han combinado en un nuevo género el ensayo y la novela, debe recordarse —y ellos lo admitirían con orgullo— que sólo han actualizado la doctrina retórica de las Memorias de ultratumba. «Me he encontrado a caballo de dos siglos como en la confluencia de dos ríos, me he sumergido en sus aguas turbulentas, alejándome a mi pesar de la orilla donde naciera, nadando esperanzado hacia la orilla desconocida donde va a abordar las nuevas generaciones». Cuando la «Revue de Deux Mondes» publicó este «Prefacio testamentario», René de Chateaubriand (1768-1848) era un hombre que venía del Antiguo Régimen, había padecido la Revolución Francesa, conocía la América virgen y sabía lo que era la defenestración del poder. El autor de «René» o el apologético «El genio del Cristianismo» pasaría a la Historia por una docena de tomos y 3.500 páginas manuscritas bautizadas con sombrías resonancias: «Memorias de Ultratumba».
Es extracto y compendio de otras reseñas que se relacionan:

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