miércoles, 30 de septiembre de 2009

Ibn Hazn: El collar de la paloma (tratado sobre el amor y los amantes)

"... «El collar de la paloma» (Tauq al-hamamah) del andaluz Ibn Hazn (994-1063), traducido en 1967 al castellano por el estudioso del Islam Emilio García Gómez, es un «tratado sobre el amor y los amantes» de raíz neoplatónica que contiene una reflexión poética y autobiográfica, sobre las formas del amor profano y divino en la cultura musulmana. Escrita en una prosa elegante en que se insertan versos, esta obra influyó en las literaturas oriental y europea del Medioevo. El collar de la paloma es una nostálgica resurrección en el recuerdo de la gran metrópoli del sur en sus días de esplendor bajo el gobierno de Abderramán. Fechado en la ciudad de Játiva el año 1022, este tratado sobre el amor y los amantes es, en palabras de José Ortega y Gasset, entusiasmado prologuista de la obra, «el libro más ilustre sobre el tema del amor en la civilización musulmana». Hacia el siglo IX se practicó una fe alterna a la de Alá llamada "Amor Udrí", cuyos partícipes portaban por nombre los "Hijos de la Virginidad". Reelaborando las antiguas canciones de las caravanas y los ensueños paganos, muchos musulmanes se desplazaron como guerreros a Siria y a otros territorios conquistados por la palabra de Mahoma, y muchos de ellos elaboraron poemas nostálgicos a su antigua tierra y particulares versos de amor. "Cantaban el amor platónico y casto ("udrí") a una sola mujer y el lamento por el dolor de la separación, en contraste con el amor sensual y desenfadado característico de la poesía árabe preislámica urbana" En la virginidad y en el control de los placeres, tanto el Islam como el Cristianismo encontraron una fuente que pregonaba la conservación de la inocencia y la integridad dada por el Creador, antes de la irrupción de los tratos de la carne. Tiempo después un pensador del Califato de Córdoba conocido como Ibn Hazam, en un periodo de crisis de los antiguos valores del sultanado, ve como respuesta la vuelta a ese origen modelo de comportamiento y de ascesis. Ante la amenaza de distintas tribus por tomar el poder y la inevitable guerra civil en el reino más depurado de Europa, edificó un hermoso tratado amoroso llamado "El collar de la paloma", de referencia netamente udrí, del que hoy sabemos fue una lectura obligada para San Juan de la Cruz y el Arcipreste de Hita. En plena discusión política el influyente Ibn Hazam logra sobrevivir al cautiverio al que fue obligado por los beréberes, retirándose a Játiva hacia el año 1022, refugiándose a escribir este bello tratado, que reconocemos como una continuación de la estética amorosa esbozada por el "Arte de amar" de Ovidio. El texto versa acerca de los siguientes temas que en su prólogo el mismo autor enumera: "Sobre la esencia del amor; sobre el que se enamora en sueños; sobre el que se enamora por la pintura del objeto amado; sobre el que se enamora por una sola mirada; sobre aquel cuyo amor no nace sino tras un largo rato; sobre las alusiones verbales; sobre las señas hechas con los ojos; sobre la correspondencia amorosa; sobre el mensajero..."

lunes, 28 de septiembre de 2009

Marco Aurelio: Meditaciones

"... Marco Aurelio (121-180) escribió sus Meditaciones como una compilación de todas las enseñanzas que había recibido a lo largo de su vida. Su título original Ta eis heuatón significa en griego "Acerca de si mismo" . Las Meditaciones junto a las Cartas a Lucilio de Séneca, son el compendio perfecto de la ética estoica con sus temas recurrentes: la fugacidad de la vida, la fragilidad de lo mundano, la búsqueda de la sabiduría y la impasibilidad ante los vaivenes de la fortuna. En el pensamiento de Marco Aurelio, además de la influencia de Platón y Aristóteles, el estoicismo -doctrina nacida en Grecia en el siglo IV a.C. y que encuentra sus antecedentes más directos en la doctrina de Sócrates de la necesidad de la práctica de la virtud- toma el matiz peculiar que le brinda su extraordinaria personalidad, convirtiéndose esta doctrina en su fuente de inspiración, tanto en lo personal como en su función pública. Durante la guerra contra los bárbaros, para consolar sus horas de soledad y extenuación, y como ejercicio de la práctica estoica de hacer un balance al final del día de todas las acciones diarias, Marco Aurelio compuso lo que constituye el compendio de su pensamiento: las "Meditaciones". Se trata de una serie de aforismos escritos en griego, agrupados en 12 libros, única obra completa que se conserva de él. En estas páginas se enfrenta a sí mismo, y mostrando la nobleza de su alma, recoge una serie de reglas que han de regir su conducta, así como un modo de comprender los acontecimientos del destino. El elemento más característico de su obra es que no contiene recomendaciones teóricas destinadas a una tercera personas, sino que se trata de la vivencia profunda de su filosofía; quien accede a su lectura tiene la impresión de estar asistiendo al espectáculo interior de un alma iluminada, donde se ofrece un elixir contra los dolores del mundo. Las verdaderas riquezas del hombre no residen para Marco Aurelio en el mundo exterior, sino en la perfección de la propia alma. En lugar de dilapidar las energías vanamente, lo aconsejable es realizar cada acto de nuestra vida con la misma dedicación como si tratara del último. Los honores exteriores, la fortuna, las infamias, todo ello desaparece con la muerte, y la muerte no es más que un efecto natural de la misma vida, por lo que tan sólo se pierde el momento presente. Todo lo que sucede, se produce por alguna razón que viene determinada por los dioses. De este modo, aquel que tras la observación, alcanza a comprender las razones divinas, ve la belleza a través de toda la Naturaleza, y el sentido de la vida misma. De la contemplación de la Naturaleza, surge la comprensión de que lo más importante no es tratar de que el cuerpo y el alma permanezcan unidos por mucho tiempo, sino que, cuando llegue la muerte, el alma haya adquirido su perfección. El mal no existe en verdad, dado que las cosas que provienen de la Naturaleza no son buenas ni malas, sino que el mal depende de nuestra fantasía, que agrega cualidades a las cosas. Nuestra opinión no hace más que empañar lo que ya, de por sí, es mutable y transitorio. Por lo tanto, no hay nada tan bueno y duradero como la virtud, que es independiente y está por encima de las alabanzas o vituperios de los hombres. Los hombres deben ayudarse y sostenerse los unos a los otros, por lo mismo que todos los seres humanos participan de una misma naturaleza racional, similar a la razón cósmica. Si los dioses son condescendientes con nuestros humanos vicios, tanto más debemos hacerlo nosotros con nuestros semejantes. El pecado es ignorancia y la bondad es lo propio de la naturaleza humana: "Ama al prójimo y sigue a Dios". Es este el sentido de la gran fraternidad propugnada por los estoicos, donde todo y todos tienen cabida en el Plan Universal. Entiende Marco Aurelio la religión con una visión filosófica. Encontramos el concepto de divina providencia, de un orden sabio del universo, y la relación cercana entre el hombre y Dios. Concebía la vida como una prueba para la mente y sus principios. Acepta, como Séneca, el dualismo entre el alma y el cuerpo e interpreta la muerte como una liberación. Su pensamiento político también está bañado por los principios estoicos. Para él la política y la ética parten de los mismos fundamentos: el respeto de la dignidad humana y la idea del hombre como ciudadano del mundo. De este modo, Marco Aurelio manifestaba que el mando es una ardua obligación que el gobernante debe realizar desde el interior de sí mismo, y únicamente en beneficio de los demás..." Es extracto y compendio de otras reseñas: http://www.cuadernosdemusicayliteratura.com/2008/01/marco-aurelio.html http://bibliotecafilosofica.blogspot.com/2008/05/libros-para-descargar-meditaciones.html http://www.imperivm.org/cont/textos/txt/marco-aurelio_meditaciones.html http://es.wikipedia.org/wiki/Marco_Aurelio http://www.criticadelibros.org/8489662142 http://www.nueva-acropolis.org.ar/Marco-Aurelio.383.0.html http://www.leergratis.com/ensayo/marco-aurelio-de-anthony-birley.html

domingo, 27 de septiembre de 2009

Sei Shonagon: El libro de la almohada

"... El libro de la almohada escrito por Sei Shonagon, dama de la corte de la emperatriz Sadako en el siglo X, forma parte del florecimiento literario japonés que se debió a las mujeres escritoras del periodo Heian, en una época en la que la escritura a base de ideogramas chinos era patrimonio de los varones. Las mujeres eligieron expresarse a través de los silabarios hiragana y katana, conformando con sus obras un corpus literario en el que destaca la considerada primera novela psicológica japonesa (La historia de Genji de M. Shikibu) y el Libro de la almohada, No conocemos el texto original de “El libro de la almohada” puesto que no llego íntegro al final de la era Heian. Para entonces, los copistas ya habían añadido numerosas partes, suprimido otras y modificado el orden de los fragmentos.Sin que se sepa con certeza, es posible que “El libro de la almohada” haya recibido ese nombre por tratarse de una serie de apuntes personales guardados en un lugar privado, en este caso, los cajones de la almohada de madera que las damas utilizaban para reclinarse.Así, “El libro de la almohada” recoge recuerdos, impresiones, relatos de escenas divertidas o penosas que la narradora reúne de manera inconexa, formando una amalgama de historias breves en las que ella suele ser la protagonista. Pues si algo caracteriza este a modo de diario, es precisamente lo personal de las observaciones: mientras en “La historia de Genji” Murasaki Shikibu permanecía detrás del biombo como una presencia tímida que sólo parecía querer dejar constancia de un mundo en el que ella no significaba nada, en “El libro de la almohada” Sei Shônagon es el filtro por el que ese mundo llega hasta nosotros.Shônagon quiere dejar constancia no meramente de la época en la que le ha tocado vivir, no sólo de aquello que ella ha presenciado, si no de sí misma, de sus gustos, odios y predilecciones. Por ello, en sus apuntes no recoge simplemente anécdotas sino que además realiza listados de cosas que considera adorables, detestables, espléndidas, aburridas…En un mundo en el que las mujeres dependían de sus esposos o de los varones de sus familias, las damas de servicio en la corte disfrutaban de mayor libertad. Y es esa libertad la que impregna las páginas de “El libro de la almohada”. Shônagon quiere fijar su independencia mediante la escritura, reflejar las vivencias y las opiniones que la diferencian de cuantos la rodean, dejando de lado la uniformidad de una vida duramente reglada. No por ello “El libro de la almohada” deja de ser un maravilloso testimonio sobre la vida en el Japón de la época,. El texto de Sei Shonagon está repleto de pequeños detalles cristalizados en descripciones sobre las estancias, los jardines y las conversaciones que te permiten “ver” y “oír” la corte en la que vivía. Sei Shonagon legó a la posteridad un conjunto de anotaciones y pequeños cuentos que ha venido a convertirse en símbolo de la sensibilidad japonesa, dejando constancia de las inquinas, juegos y desprecios a que se sometían unos a otros dentro de la rígida jerarquía palatina. Sin embargo, en su diario también hay hueco para numerosas impresiones personales y poéticas, que atienden especialmente al cambio de estación y a todo tipo de apreciaciones estéticas, desde la belleza de un quimono a la delicada factura de un jarrón o un biombo. Muy probablemente, la extraordinaria difusión en castellano de "El libro de la almohada" se debe al interés que por esta obra mostró el prestigioso escritor argentino Jorge Luis Borges que con ayuda de su mujer, María Kodama, tradujo el texto, que está publicado por la editorial española Alianza. Sin embargo, hay otras traducciones nada desdeñables, como la de la argentina de origen japonés, Amalia Sato que dirige la revista "Tokonoma, traducción y literatura", y que, al igual que Borges y Kodama, basó su trabajo sobre el libro de Sei Shonagon en la versión inglesa hecha por Ivan Morris..." Es extracto y compendio de otras reseñas: http://revistaaxolotl.com.ar/otrassent19.htm http://www.literalia.es/article615.html http://www.ipcdigital.com/es/Suplemento-Zero/Japonica/El-libro-de-la-almohada-un-clasico-japones http://www.ciao.es/El_libro_de_la_almohada_Sei_Shonagon__Opinion_852183 http://es.wikipedia.org/wiki/Sei_Sh%C5%8Dnagon http://www.solodelibros.es/04/07/2007/el-libro-de-la-almohada-sei-shonagon/ http://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=291934

jueves, 24 de septiembre de 2009

Paúl Valery: El cementerio marino

Ce toit tranquille, où marchent des colombes, Entre les pins palpite, entre les tombes ; Midi le juste y compose de feux La mer, la mer, toujours recommencée O récompense après une pensée Qu’un long regard sur le calme des dieux ! Le Cimetière marin, Paul Valery Ese techo tranquilo de palomas, palpita entre los pinos y las tumbas. El mediodía justo en él enciende el mar, el mar, sin cesar empezando… Recompensa después de un pensamiento: Mirar por fin la calma de los dioses. Traducción de Jorge Guillén. "... Fruto de un largo periodo de introspección y de madura reflexión, pocas obras líricas han alcanzado la repercusión e influencia de El cementerio marino que tras su publicación en 1920 no tardó en convertirse en uno de los puntos de referencia obligados de la literatura del siglo xx. Considerado el máximo poema —y por tanto la obra máxima— de Paul Valèry (1871-1945), Desde un simbolismo lleno de belleza conceptual y mental, el poema —menos valorado hoy que cuando apareció— describe un proceso intelectual a través de la sonoridad de estrofas rimadas y luminosas metáforas, nacidas de ese Simbolismo real en el que Valèry había militado durante su juventud. El cementerio marino se consideró durante años como la obra máxima de esa escuela o modo poético que se conoció (singularmente en Francia y España) como poesía pura. El surrealismo —obvio parece decirlo— embestiría contra ella. Entre sus muchas traducciones españolas destaca la casi coetánea al original de Jorge Guillén, alabada explícitamente por el propio Valèry, que le escribió a Guillén (1929): «¡Me adoro en español!». / El drama del nacimiento y la metamorfosis de la conciencia humana se convierten en un tema obsesivo dentro de la obra de Paul Valéry . El autor francés luchó toda su vida por defender el término de poesía pura. Algo que su amigo Jorge Guillén definió como «aquello que queda en el poema después de suprimir todo lo que no es poesía». «El cementerio marino», comenzó, según explicó el poeta, como un molde decasilábico en el que fue volcando las costantes de su vida intelectual. «Teníamos la sensación de que estaba naciendo una especie de religión, cuya esencia consistía en la emoción poética: nunca los poderes del arte, la belleza, la fuerza de la forma, la virtud, en suma, de la poesía han estado tan cerca de convertirse para muchos espíritus en sustancia de una vida interior que podría calificarse de mística». Tras evocar la mirada suspendida sobre la luz que el mediodía proyecta entre los pinos y las tumbas de un cementerio, el poema sigue en 24 estrofas el movimiento sensible, mental y simbólico del ser que intenta describir el carácter del Yo puro. A lo largo del poema se da un juego continúo de transposiciones donde la esencia de elementos aparentemente dispares u opuestos se mezclan, combinan y funden: la vida y la muerte, el pensamiento y la intuición, el lenguaje y el silencio, la luz y la sombra, el fuego y el mar. El lenguaje fue para Valéry el instrumento a través del cual podía triunfar sobre el carácter inasible de lo absoluto. Las palabras que colman una y otra vez sus poemas se despojan de su sentido común para transformarse, a través de una reflexión minuciosa, en la cristalización de su pensamiento, de su búsqueda interior..." Es extracto y compendio de otras reseñas: http://www.elmundo.es/esfera/ficha.html?27/esf924254456 http://www.elmundo.es/1999/11/15/cultura/15N0095.html hthttp://www.lasiega.org/index.php?title=Paul_Val%C3%A9ry_y_la_transfiguraci%C3%B3n_marina. http://www.librosgratis.org/el-cementerio-marino-de-paul-valery.html http://www.epdlp.com/escritor.php?id=2389 http://es.wikipedia.org/wiki/Paul_Valery http://www.lamaquinadeltiempo.com/valery/cement02.htm http://unatemporadaenelinfierno.net/2007/08/06/variaciones-sobre-el-cementerio-marino/

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Max Aub: Campo de los almendros (El laberinto mágico)

"... El laberinto mágico” es, probablemente, la obra cumbre del escritor español de origen alemán Max Aub (1903-1972), tanto por su extensión, desde luego, como por su ambición literaria. Se trata de un conjunto de seis novelas: Campo cerrado (1943), Campo de sangre (1945), Campo abierto (1951), Campo francés (1965), Campo del moro (1963) y Campo de los almendros (1968) donde se narra todo el periodo de la Guerra Civil española, desde los primeros días de la sublevación militar hasta el trágico final de la contienda, con los restos del ejército y el gobierno republicano aguardando en el puerto de Alicante un barco en el que marchar al exilio y ponerse a salvo de las represalias del vencedor. A lo largo de estas seis novelas, como efectivamente ocurre en un laberinto, cruzan sus vidas y sus derrotas diferentes personajes, seres humanos desorientados y confusos en busca de una salida, de un sendero cierto en medio del caos. Personajes que, a veces, pasan repetidas veces de manera fugaz, figuras algunas que sólo se vislumbran unos instantes, que se pierden de pronto y para siempre tras una esquina del relato, otras a las que, en cambio, el autor reencuentra y sigue durante varias páginas interesado por su final. Campo de Almendros” es el último y el más famoso de los seis libros del ciclo, tal vez, reseña Ian Gibson, la mejor novela del exilio español. Max Aub cuenta magistralmente, con técnica casi cinematográfica no ajena a la de Manhattan Transfer, el pánico y el caos de los últimos días de la Guerra Civil en Alicante. En vísperas del contundente parte final de la contienda del 1 de abril de 1939, caído ya Madrid, abarrotaban los muelles del puerto de Alicante muchos miles de republicanos que esperaban con creciente desesperación la llegada de los barcos anunciados que les librasen de la inevitable represalia franquista.
Max Aub, nos dice Muñoz Molina, escritor incesante, adicto a cualquier género, aguijoneado siempre por la urgencia de contar lo que había visto, fue también, en gran medida, un escritor sin público. En los años peores de huidas y cautiverios, escribe anotaciones sueltas de su diario que tienen algo de mensajes cifrados y emprende el gran proyecto de El laberinto mágico, y da la impresión de que en el mismo momento en que las cosas le suceden ya está imaginando el modo de convertirlas en literatura. Escribe sin parar en los treinta años del exilio mexicano, y el volumen de su trabajo y la categoría de muchas de sus páginas resultan más asombrosos si se reflexiona en la indiferencia con que aquella literatura incesante estaba siendo recibida, en México y en España. Había adoptado la nacionalidad mexicana, pero sabe que allí lo siguen viendo como a un español, un gachupín no del todo aceptable; podía haber sido francés, pero no quiso: podía haber sido israelí, y prefirió seguir siendo español, lo cual, en su caso, es una pura elección de la voluntad, un acto de la inteligencia. Demasiado sabía el precio que pagaba: "¡Qué daño me ha hecho, en nuestro mundo cerrado, el no ser de ninguna parte! [...] En estas horas de nacionalismo cerrado el haber nacido en París, y ser español, tener padre español nacido en Alemania, madre parisina, pero de origen también alemán, pero de apellido eslavo, y hablar con este acento francés que desgarra mi castellano, ¡qué daño no me ha hecho!". Pero eligió seguir siendo de corazón ciudadano de un país que ya no existía —la España abierta y republicana de su primera juventud—, igual que aceptó seguir siendo novelista sin lectores, dramaturgo sin teatro y sin público, colaborador de revistas que nadie leía, escritor de diarios en los que simultáneamente se revela y se esconde, se confiesa y guarda silencio..."
Es extracto y compendio de otras reseñas:

jueves, 17 de septiembre de 2009

Abu abd-Allah Muhammed el-Gahshigar: Mil y una noches (un cuento infinito)


"…. El estudio de la génesis de Las Mil y una noches muestra de forma concluyente que el origen de los cuentos, se encuentra en las tradiciones hindú, persa, egipcia, bizantina y árabe. El hecho de que la autoría del libro se haya otorgado unánimemente a una entidad colectiva, o sea, a una multitud de escritores pertenecientes a culturas distintas y distantes, es prueba contundente de que la creación literaria es susceptible de ser producto de un proceso de transculturación. Mil y una noches es el resultado inmediato de un proyecto cultural no calculado, por no haber sido planeada su elaboración. Puede percibirse fácilmente un « efecto de bola de nieve » en la coyuntura y disposición evolutivas de los relatos del libro. La estructura de la obra ha permitido la intercalación de nuevas historias que robustecieron y afianzaron el material narrativo de la anónima versión primitiva u original. No sin razón, Jorge Luis Borges y Asín Palacios asignaron a este texto milenario el atributo de de « libro infinito ». Las Mil y Una Noches (en árabe, ألف ليلة وليلة Alf layla wa-layla —lit. Mil noches y una noche—; en persa, هزار و یک شب, Hazār-o yak shab ) es una célebre recopilación de cuentos árabes del Oriente Medio medieval que utiliza la técnica del relato enmarcado o mise en abyme. El núcleo de estas historias está formado por un antiguo libro persa llamado Hazâr Afsâna (los Mil Mitos) (en persa هزارافسانه). La tradición dice que la compilación árabe "Mil noches" (Alf laylah) se originó alrededor del año 850, y es atribuida al reputado contador de historias Abu abd-Allah Muhammed el-Gahshigar . La historia principal sobre Scheherazada, que sirve de marco a los demás relatos, parece haber sido agregada en el siglo XIV. La primera compilación arábiga moderna, elaborada con materiales egipcios, se publicó en El Cairo en 1835. Algunos propugnan la hipótesis de que las mil y una noches surgieron en India antes del siglo II d. C. ; pasaron a Persia donde se recogieron en un libro titulado Hezar Efsane (Los Mil Cuentos) que los árabes, hacia el siglo VIII , apadrinaron, tradujeron y ajustaron a su cultura y a su religión conservando los elementos maravillosos de la vetusta versión . La primer versión occidental (y primera surgida de la imprenta) es la traducción francesa de una compilación árabe, publicada en doce tomos (1704-1717) y debida al orientalista galo Antoine Galland (1646-1715), que no se limitó sólo a traducir pues introdujo narraciones nuevas no incluidas en el texto original como la historia de Alí Babá y los Cuarenta Ladrones, la de Aladino, la del príncipe Ahmed y el hada Peri Banú, entre otras. La réplica inglesa fue del explorador, cronista y múltiple traductor inglés Sir Richard Burton (1821-1890), que recoge en su traducción los aspectos más escandalosos de la narración. La primera versión española del texto árabe es sorprendentemente tardía, y es la del escritor judío español Rafael Cansinos Assens. Jorge Luis Borges recrea la historia de su traducción en su famoso cuento Los traductores de la 1001 Noches incluido en su libro La Historia de la eternidad (1936). Figuras emblemáticas del pensamiento europeo e insignes escritores universales han reconocido abiertamente la irrefutable aportación literaria de Las Mil y Una Noches y de la huella que su lectura dejó en ellos y en sus creaciones artísticas. Voltaire afirmó que no pudo dominar el arte de narrar más que al cabo de la decimacuarta lectura de esta obra ; Sthendall deseó una vez ser amnésico para volver a sentir el placer de redescubrirla porque sus noches ocupaban « los tres cuartos de sus sueños », Proust la consideró como « le premier roman qui ait jamais été écrit » y Jorge Luis Borges afirmaba que «…uno tiene ganas de perderse en ‘Las mil y una noche’; uno sabe que entrando en ese libro puede olvidarse de su pobre destino humano; uno puede entrar en ese mundo, y ese mundo está hecho de unas cuantas figuras arquetípicas y también de individuos. En el título ‘Las Mil y una noche’ hay algo muy importante: la sugestión de un libro infinito. » . Es extracto y compendio de otras reseñas que se relacionan http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/otras/1001/1001nota.htm http://es.wikipedia.org/wiki/Las_mil_y_una_noches

martes, 15 de septiembre de 2009

Esquilo: La Orestiada

"... Nacido en Eleusis en 525 a.C., Esquilo participó desde muy joven en los concursos de poetas trágicos. Los dramaturgos griegos presentaban a concurso cuatro obras, una tetralogía (3 tragedias - que eran una trilogía sobre el mismo tema - y un drama satírico) las cuales mantenían una cierta unidad argumentativa. Sin embargo, de Esquilo sólo nos ha llegado una trilogía completa, la Orestíada una trilogía cuyo argumento es el asesinato de Agamenón, vencedor de Troya, a manos de su mujer, Clitemnestra (en Agamenón); el castigo de ésta, por mano de su hijo Orestes (en Coéforos); y la purificación del matricida (en Euménides). En este primer juicio oral de la Historia, Esquilo confronta, de una parte, una concepción patriarcal de la sociedad frente a una matriarcal, más primitiva, y, por otra, nos muestra, en lenguaje mítico, la sustitución del viejo principio de retribución del "ojo por ojo" por la nueva legalidad de la Polis. Se trata de una obra que vino a recordar al público griego que las diferencias entre ellos y los espartanos debían atajarse de una forma humana, que los hechos acaecidos en el pasado debían juzgarse sabiamente y alcanzar una buena solución. La orestíada (que significa "las cosas de Orestes", su personaje principal) viene a ser la concatenación de los crímenes de una familia, los Atridas, sujetos al destino, al hado o fatum funesto. El coro tiene momentos de lirismo perfecto, y los diálogos son tensos y majestuosos. En la mitología griega Orestes (en griego antiguo Ὀρέστης) fue el único hijo varón de Agamenón y Clitemnestra. Según la historia homérica Orestes estaba ausente de Micenas cuando su padre volvió de la Guerra de Troya y fue asesinado por el amante de su esposa, Egisto. Ocho años después Orestes volvió de Atenas y vengó la muerte de su padre asesinando al amante de su madre. Según Esquilo, Orestes se encontró con su hermana Electra ante la tumba de Agamenón, donde ambos habían ido a rendir honores al difunto; se reconocieron y planearon cómo Orestes llevaría a cabo su venganza. La misma historia básica es narrada de formas diferentes por Sófocles y Eurípides en sus respectivas obras tituladas Electra. En las Euménides de Esquilo, tras la venganza (a veces con la ayuda de Electra) Orestes enloquece y es perseguido por las Erinias (que no hacen lo mismo con Electra), cuyo deber es castigar cualquier violación de los lazos de piedad familiar. Orestes se refugia en el templo de Delfos, pero, a pesar de que Apolo le había ordenado llevar a cabo su venganza, no es capaz de proteger a Orestes de sus consecuencias. Finalmente, Atenea le recibe en la acrópolis de Atenas y organiza un juicio formal del caso ante el Areópago, un tribunal formado por doce jueces áticos. Las Erinias exigen su víctima, Orestes alega las órdenes de Apolo, los votos de los jueces quedan divididos equitativamente y Atenea le declara inocente con su voto decisivo. Las Erinias son apaciguadas con un nuevo ritual en el que son adoradas como Euménides y Orestes dedica un altar a Atenea Areia. En el prefacio a la cuarta edición de su obra El origen de la familia, de la propiedad privada y del Estado F. Engels hace referencia a la obra de Bachofen Derecho materno (1861): Para Bachofen el paso de lo que llama impropiamente "heterismo" a la monogamia y del derecho materno al paterno se produce entre los griegos con la introducción de nuevas divinidades que representan ideologías nuevas en relación al grupo de divinidades tradicionales de la época anterior de dominio del matriarcado. A partir de esta idea, Bachofen interpreta la Orestiada de Esquilo como un ejemplo de confrontación entre el derecho materno en retroceso y el derecho paterno emergente: Clitemnestra mata a Agamenón, su marido, y Orestes, hijo de ambos, venga al padre quitando la vida a su madre. Orestes es perseguido por las Erinias, que protegen el derecho materno, pero Apolo y Atenea, que representan el derecho paterno, defienden a Orestes. Bachofen interpreta la "Orestiada" de Esquilo como un cuadro dramático de la lucha entre el derecho materno agonizante y el derecho paterno, que nació y logró la victoria sobre el primero en la época de las epopeyas. Todo el litigio está resumido en la discusión que sostienen Orestes y las Erinias. Orestes dice que Clitemnestra ha cometido un crimen doble por haber matado a su marido y padre de su hijo. ¿Por qué las Erinias le persiguen a él, cuando ella es mucho más culpable? La respuesta es sorprendente:"No estaba unida por los vínculos de la sangre al hombre a quien ha matado". El asesinato de una persona con la que no se está ligado por lazos de sangre, incluso si es el marido de la asesina, puede expiarse y no concierne en lo más mínimo a las Erinias. La misión que a ellas corresponde es perseguir el homicidio entre consanguíneos, y el peor de estos crímenes, el único imperdonable, según el derecho materno, es el matricidio. Pero aquí interviene Apolo, el defensor de Orestes. Atenea somete el caso al areópago, el tribunal jurado de Atenas; hay el mismo número de votos en pro de la absolución y en pro de la condena; entonces Atenea, en calidad de presidente del Tribunal, vota en favor de Orestes y lo absuelve. El derecho paterno obtiene la victoria sobre el materno, los "dioses de la nueva generación", según se expresan las propias Erinias, vencen a éstas, que, al fin y a la postre, se resignan a ocupar un puesto diferente al que han venido ocupando y se ponen al servicio del nuevo orden de cosas..." Es extracto y compendio de otras reseñas: http://www.poesiadelmomento.com/luminarias/mitos/37.html http://es.wikipedia.org/wiki/Orestes http://club2.telepolis.com/mandragora1/tragedia/esquilo.htm http://suntleones.blogspot.com/2009/01/el-juicio-contra-orestes.html http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-09341998000100003&script=sci_arttext http://www.elcultural.es/version_papel/TEATRO/10106/Regreso_a_las_revueltas_epicas http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/84of/84OF02.htm http://www.joseguadalajara.com/modules.php?name=Content&pa=showpage&pid=163

martes, 8 de septiembre de 2009

André Malraux: La condición humana

"...Ningún otro escritor como el francés André Malraux (1901-1976) , ningún otro con la intensidad, el arrojo, y la disposición material a ser testigo de un siglo que se presentaba ya desde sus primeros años como violento y obsceno, y ninguno mejor para desmitificarlo, para llevarlo al extremo de su cinismo y hacer de su acción un gesto moral: delincuente, traficante de arte, agitador de la revuelta política en Indochina, embustero, creador de una brigada aérea de la República Española, cineasta, miembro de la Resistencia Francesa contra la invasión nazi y posteriormente Ministro de Cultura en el gobierno de Charles de Gaulle. Su obra emblemática La Condición Humana (1933) describe los primeros días del comienzo de la Revolución Comunista en China, particularmente en Shangai, una vez que las fuerzas del Kuomintang y el general Chang Kai-chek han conquistado el poder político, y se aprestan a reprimir a las organizaciones de campesinos y trabajadores que se han resuelto a seguir una huelga general de tendencia marxista. De la misma manera, el terrorista Chen, el intelectual Kyo o el maestro Gisors conviven con los sucesos de una manera descarnada, desmenuzando y objetando las posibilidades de la lucha y tomando parte activa en aquellas acciones que definirían el inicio de lo que sería la Revolución China en 1927.La gran importancia literaria de La condición humana reside en que, de la complejidad de una acción vigorosa y fértil en situaciones trágicas, surge el planteamiento de los grandes problemas que afectan a la conciencia moderna en el seno de la vida política y moral. Cada uno de los protagonistas, simbólicos pero dotados de un poderoso aliento humano, caracteriza una actitud diferente ante los problemas. `Malraux ha sido uno de los primeros en presentir el carácter catastrófico de nuestra época. Para Mario Vargas LLosa la condición humana es una obra maestra, digna de ser citada junto a las que escribieron Joyce, Proust, Faulkner, Thomas Mann o Kafka, como una de las más fulgurantes creaciones de nuestra época. Todo es, en ese libro, perfecto: la historia épica, sazonada de toques románticos; el contraste entre la aventura personal y el debate ideológico colectivo; las psicologías y culturas enfrentadas de los personajes y las payasadas del barón de Clappique, que pespuntan de extravagancia y absurdo —es decir, de imprevisibilidad y libertad—, una vida que, de otro modo, podría parecer excesivamente lógica; pero, sobre todo, la eficacia de la prosa sincopada, reducida a un mínimo esencial, que obliga al lector a ejercitar su fantasía todo el tiempo para llenar los espacios apenas sugeridos en los diálogos y descripciones. La novela es de una soberbia concisión. Para Vargas LLosa las escuetas descripciones muchas veces transpiran de los diálogos y reflexiones de los personajes, rápidas pinceladas que bastan para crear ese deprimente paisaje urbano: la populosa Shangai hirviendo de alambradas, barrida por el humo de las fábricas y la lluvia, donde el hambre, la promiscuidad y las peores crueldades coexisten con la generosidad, la fraternidad y el heroísmo. Breve, cortante, el estilo nunca dice nada de más, siempre de menos. Cada episodio es como la punta de un iceberg, pero emite tantas radiaciones de significado que la imaginación del lector reconstruye sin dificultad, a partir de esa semilla, la totalidad de la acción, el lugar en que ocurre, así como los complejos anímicos y las motivaciones secretas de los protagonistas. Además de valientes, trágicos e inteligentes, los personajes de Malraux, nos dice don Mario en su ensayo londinense, suelen ser cultos: sensibles a la belleza, conocedores del arte y la filosofía, apasionados por culturas exóticas. El emblema de ellos es, en La condición humana, el viejo Gisors; pero también es de semejante estirpe Clappique, quien, detrás de su fanfarronería exhibicionista, esconde un espíritu sutil, un paladar exquisito para los objetos estéticos. El barón de Clappique es una irrupción de fantasía, de absurdo, de libertad, de humor, en este mundo grave, lógico, lúgubre y violento de revolucionarios y contrarrevolucionarios. Está allí para aligerar, con una bocanada de irresponsabilidad y locura, ese enrarecido infierno de sufrimiento y crueldad. Pero, también, para recordar que, en contra de lo que piensan Kyo, Tchen y Katow, la vida no está conformada sólo de razón y valores colectivos; también de sinrazón, instinto y pasiones individuales que contradicen a aquéllos y pueden destruirlos..." Es extracto y compendio de otras reseñas que se relacionan: http://aquileana.wordpress.com/2008/02/19/andre-malraux-la-condicion-humana-la-condition-humanine/ http://www.elrevolucionario.org/rev.php?articulo1193 http://www.sololiteratura.com/var/vargaartlacondicion.htm http://www.letraslibres.com/index.php?art=8647 http://es.wikipedia.org/wiki/André_Malraux

viernes, 4 de septiembre de 2009

Plutarco: Vidas Paralelas

"... Plutarco, procedente de la hoy desaparecida Queronea, en la actual Grecia, fue un historiador, biógrafo y ensayista griego que vivió entre 46 y el 120 dC.Fue considerado por sus alumnos como un personaje genial: guía, filósofo y director espiritual. Las obras que de él se conservan, escritas en un dialecto ático modificado, o dialecto común, se clasifican en dos grupos principales: los ensayos y diálogos didácticos, agrupados bajo el título de Moralia (Obras morales), y las biografías recogidas en Vidas paralelas, sobre personalidades griegas y romanas. Los ensayos incluidos en Moralia se ocupan de cuestiones éticas, y abarcan desde consejos para la vida conyugal hasta cómo discernir entre los aduladores y los auténticos amigos, o cómo controlar el miedo, además de cuestiones religiosas. Otros son de carácter filosófico, y en ellos Plutarco defiende sus creencias platónicas en oposición a las doctrinas de los estoicos y los epicúreos. Destaca también los Diálogos de banquete, una obra en nueve volúmenes que recoge las conversaciones de hombres sabios sobre temas diversos. La más conocida de sus obras es Vidas paralelas, una serie formada por cuatro biografías individuales y veintitrés pares de biografías. Muchas de estas últimas, como las de los legisladores Licurgo de Esparta y Numa Pompilio, los generales Alejandro Magno y Julio César, y los oradores Demóstenes y Marco Tulio Cicerón, van seguidas de una breve comparación. Escritas con gran conocimiento y fruto de una esmerada investigación, las Vidas Paralelas no son sólo obras históricas de gran valor, sino también estudios psicológicos que recurren a la anécdota y la cita para desvelar la moralidad de la persona. La primera traducción de esta obra a una lengua europea la hizo el español Juan Fernández Heredia, en el siglo XV. Shakespeare partió de una traducción inglesa de Plutarco para escribir sus obras inspiradas en la historia romana, como Coriolano, Julio César y Antonio y CleopatraLas Vidas Paralelas, su principal obra, es una joya literaria que contiene las biografías de algunos de los personajes más influyentes de la Antigüedad. Cada relato individual es una magnífica fotografía de su protagonista, y el conjunto de la obra es un excelente retrato poliédrico de la antigüedad romana y griega.Plutarco nos retrata con incisiva clarividencia dos mundos, el griego y el romano, y nos los acerca de manera magistral por medio de una prosa clara, y la narración escogida de los pasajes vitales más significativos de cada protagonista. Cabe recordar las propias palabras de Plutarco, cuando nos describe su obra de la siguiente forma:"A veces una broma, una anécdota, un momento insignificante, nos pintan mejor a un hombre ilustre, que las mayores proezas o las batallas más sangrientas." Las Vidas Paralelas, tal y como han llegado hasta nosotros, contienen veintitrés pares de biografías, donde cada par contiene una vida griega y una vida romana, así como cuatro vidas desparejadas. Como él mismo explica en el primer párrafo de su Vida de Alejandro, Plutarco no pretendía tanto escribir historias como explorar la influencia del carácter (fuera bueno o malo) sobre las vidas y los destinos de los hombres famosos. Algunas de las más interesantes vidas, como, por ejemplo, la que habla sobre Heracles y Filipo II de Macedonia, ya no existen, y de muchas de las restantes no se dispone de la totalidad del texto, de forma que existen importantes lagunas, deturpaciones e interpolaciones de escritores posteriores.Su Vida de Alejandro es una de las cinco fuentes terciarias supervivientes sobre el conquistador macedonio, e incluye anécdotas y descripciones de incidentes que no aparecen en otras fuentes. Asimismo, su retrato de Numa Pompilio, uno de los 7 reyes romanos y verdadero arquitecto de su religión, también contiene información única sobre el calendario romano inicial. Vidas paralelas ha sido durante siglos libro de cabecera y fuente de innumerables personajes célebres. Los escritos de Plutarco tuvieron una enorme influencia sobre la literatura inglesa y francesa. En sus obras, Shakespeare parafrasea partes de la traducción de Thomas North de Vidas Seleccionadas, ocasionalmente de una forma extensa. Ralph Waldo Emerson y los trascendentalistas estuvieron muy influenciados por los Moralia (Emerson escribió una muy brillante introducción al quinto volumen en su edición del siglo XIX de los Moralia). Boswell cita los comentarios sobre la escritura de las Vidas de Plutarco en la introducción de su propia Vida de Samuel Johnson. Su lista de admiradores incluye a Ben Jonson, John Dryden, Alexander Hamilton, John Milton y Sir Francis Bacon, así como figuras tan dispares como Cotton Mather, Robert Browning y Montaigne (cuyos Ensayos dejan traslucir la inspiración de éste en los Moralia..." Es extracto y compendio de otras reseñas que se relacionan: http://www.epdlp.com/escritor.php?id=4544

martes, 1 de septiembre de 2009

Friedrich Holderlin: Himnos al amor. A las Parcas

" A las Parcas
Concededme un verano, sólo uno, oh poderosas!
Y un otoño en que pueda mi canto madurar;
sólo de esa manera, saciado con tan dulces
juegos, el corazón aceptará su muerte.
Alma que en vida no disfrutó sus derechos
divinos, ni en el Orco logrará descansar;
mas si logro plasmar lo más querido
y sagrado, el poema, ¡bienvenidos seáis,
silencios de las sombras! Porque yo estoy contento
si mi música, al menos, no se pierde;
una vez, por lo menos, habré vivido igual
que los dioses, y más no será necesario.
"... Friedrich Holderlin (Alemania, 1770-1843) dedicó un poema a las parcas por su afición a la mitología clásica. En el les pide a estas divinidades que le concedan un año más de vida, el plazo del verano al otoño en el hemisferio norte, para seguir componiendo poesía. Se muestra humilde ante el poder de las parcas y les ofrece no quejarse si lo envían al Orco o Hades, pues si vive el tiempo que pide podrá existir como los dioses, creando su arte, único anhelo suyo para morir tranquilo. En este breve poema hay resignación ante la quebrantada salud del poeta, también declara un arte poética en donde vincula la vida al acto de crear en poesía. . Friedrich Hölderlin está considerado el más gran poeta del Romanticismo alemán. Entusiasta de los valores de la Revolución Francesa, como sus compañerosde seminario Hegel y Schelling, traductor de Sófocles y Píndaro,fue autor, además de la producción poética, de ensayos y obras clave de la literatura europea (Hiperión, La muerte de Empédocles).
Vivimos en mitad de la noche. Y desde hace años a mí sólo me ilumina en la noche la luz de Hölderlin», escribió Walter Benjamin. Los poemas de Friedrich Hölderlin tienen el resplandor del rayo y la armonía de la canción. Participan de la grandeza y la sonoridad de la poesía alemana del Clasicismo y de la delicadeza e intimidad de la poesía del Romanticismo, que entonces empezaba. Diagnosticado como “loco furioso” por las autoridades psiquiátricas poco comprensivas de la época, Friedrich Hölderlin vivió los últimos 36 años de su vida como un asceta domesticado en una torre -hoy museo- a la orilla del río Neckar, en Alemania. Allí, entre “praderas suaves y riberas de sauces”, se dedicó por entero a la tarea de completar su obra poética; una obra que no sería apreciada en su monumental importancia hasta varias décadas después, cuando Rilke y Nietzsche la reivindicaron como una de las cumbres del romanticismo germano. Las influencias grecolatinas, su preocupación por lo Sublime (de fuerte herencia kantiana) y lo Absoluto (fruto de sus intensas lecturas de Platón) y su casi permanente horizonte panteísta (“Yo crecía en los brazos de los dioses”) marcan, a grandes rasgos, su obra poética. Hölderlin debe su fama a las composiciones líricas que se caracterizan por una intensa subjetividad, aunque sus cualidades expresivas se ven atemperadas por la contención y el equilibrio del clasicismo griego. No usaba rima, en su lugar escribía con una forma poética flexible conocida más tarde como verso libre. Francisco Arias Solis nos dice que Hölderlin se siente atraído por la Grecia clásica, a la que considera una verdadera Edad de Oro en el desarrollo de la humanidad. Para él, Grecia representa la armonía de un mundo en el que existe concierto entre el hombre y la naturaleza. En sus odas, himnos y elegías, en los que con frecuencia intenta imitar el hexámetro, hay un profundo sentimiento religioso.
Sus primeras obras, al estilo de Schiller, fueron himnos que exaltaban grandes ideales, como Himno a la humanidad (1791) o Himno al amor (1791). Después se entusiasmó por los temas clásicos en los que la naturaleza está contemplada desde un punto de vista panteísta, que corresponden a su periodo de Frankfurt, como “A las parcas”, “Al dios del sol” “El aeda ciego”. Siguió, por último, una poesía entre mística y simbólica de una gran profundidad y belleza, como El archipiélago (1800), El Rin (1802) o Recuerdo (1803), obra en la que ya se nota su menta trastornada. Además de las poesías, Hölderlin escribió una novela epistolar Hyperion (2 volúmenes 1797-1799), una alegoría sobre la nación alemana en la que cuenta la historia de un luchador por la libertad griega, que derrotado por los turcos va a refugiarse a tierras centroeuropeas (Alemania); y la tragedia en verso inacabada Empédocles (1798-1799). La obra de Hölderlin permaneció casi ignorada hasta principios del siglo XX: Su descubrimiento se debe a escritores como Rainer Maria Rilke o Thomas Mann. En España influyó poderosamente en la generación del 27, sobre todo en Luis Cernuda..."