jueves, 24 de septiembre de 2009

Paúl Valery: El cementerio marino

Ce toit tranquille, où marchent des colombes, Entre les pins palpite, entre les tombes ; Midi le juste y compose de feux La mer, la mer, toujours recommencée O récompense après une pensée Qu’un long regard sur le calme des dieux ! Le Cimetière marin, Paul Valery Ese techo tranquilo de palomas, palpita entre los pinos y las tumbas. El mediodía justo en él enciende el mar, el mar, sin cesar empezando… Recompensa después de un pensamiento: Mirar por fin la calma de los dioses. Traducción de Jorge Guillén. "... Fruto de un largo periodo de introspección y de madura reflexión, pocas obras líricas han alcanzado la repercusión e influencia de El cementerio marino que tras su publicación en 1920 no tardó en convertirse en uno de los puntos de referencia obligados de la literatura del siglo xx. Considerado el máximo poema —y por tanto la obra máxima— de Paul Valèry (1871-1945), Desde un simbolismo lleno de belleza conceptual y mental, el poema —menos valorado hoy que cuando apareció— describe un proceso intelectual a través de la sonoridad de estrofas rimadas y luminosas metáforas, nacidas de ese Simbolismo real en el que Valèry había militado durante su juventud. El cementerio marino se consideró durante años como la obra máxima de esa escuela o modo poético que se conoció (singularmente en Francia y España) como poesía pura. El surrealismo —obvio parece decirlo— embestiría contra ella. Entre sus muchas traducciones españolas destaca la casi coetánea al original de Jorge Guillén, alabada explícitamente por el propio Valèry, que le escribió a Guillén (1929): «¡Me adoro en español!». / El drama del nacimiento y la metamorfosis de la conciencia humana se convierten en un tema obsesivo dentro de la obra de Paul Valéry . El autor francés luchó toda su vida por defender el término de poesía pura. Algo que su amigo Jorge Guillén definió como «aquello que queda en el poema después de suprimir todo lo que no es poesía». «El cementerio marino», comenzó, según explicó el poeta, como un molde decasilábico en el que fue volcando las costantes de su vida intelectual. «Teníamos la sensación de que estaba naciendo una especie de religión, cuya esencia consistía en la emoción poética: nunca los poderes del arte, la belleza, la fuerza de la forma, la virtud, en suma, de la poesía han estado tan cerca de convertirse para muchos espíritus en sustancia de una vida interior que podría calificarse de mística». Tras evocar la mirada suspendida sobre la luz que el mediodía proyecta entre los pinos y las tumbas de un cementerio, el poema sigue en 24 estrofas el movimiento sensible, mental y simbólico del ser que intenta describir el carácter del Yo puro. A lo largo del poema se da un juego continúo de transposiciones donde la esencia de elementos aparentemente dispares u opuestos se mezclan, combinan y funden: la vida y la muerte, el pensamiento y la intuición, el lenguaje y el silencio, la luz y la sombra, el fuego y el mar. El lenguaje fue para Valéry el instrumento a través del cual podía triunfar sobre el carácter inasible de lo absoluto. Las palabras que colman una y otra vez sus poemas se despojan de su sentido común para transformarse, a través de una reflexión minuciosa, en la cristalización de su pensamiento, de su búsqueda interior..." Es extracto y compendio de otras reseñas: http://www.elmundo.es/esfera/ficha.html?27/esf924254456 http://www.elmundo.es/1999/11/15/cultura/15N0095.html hthttp://www.lasiega.org/index.php?title=Paul_Val%C3%A9ry_y_la_transfiguraci%C3%B3n_marina. http://www.librosgratis.org/el-cementerio-marino-de-paul-valery.html http://www.epdlp.com/escritor.php?id=2389 http://es.wikipedia.org/wiki/Paul_Valery http://www.lamaquinadeltiempo.com/valery/cement02.htm http://unatemporadaenelinfierno.net/2007/08/06/variaciones-sobre-el-cementerio-marino/

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