lunes, 22 de marzo de 2010

Sylvia Plath: Ariel

 Papá                                         
Ya no, ya no,
ya no me sirves, zapato negro,
en el cual he vivido como un pie
durante treinta años, pobre y blanca,
sin atreverme apenas a respirar o hacer achís.
Papi: he tenido que matarte.
Te moriste antes de que me diera tiempo…
Pesado como el mármol, bolsa llena de Dios,
lívida estatua con un dedo del pie gris,
del tamaño de una foca de San Francisco.
....
Hombre-panzer. Oh, tú…
No Dios, sino una esvástica
Tan negra que ningún cielo podría cernirse.
Toda mujer adora a un fascista,
la bota en la cara, el brutal
brutal corazón de una bestia como tú.
De pie estás en la pizarra, papi,
En la fotografía que tengo de ti,
Una hendidura en la barbilla
En vez de en tu pie.
Pero no menos demonio por eso, no,
No menos que el hombre de negro.
Qué puso freno a mi lindo y rojo corazón
Tenía diez años cuando te enterraron.
A los veinte intenté morir
Y regresé, regresé a ti
Pensé que hasta mis huesos volverían también.
Pero me sacaron de la talega
Y me reconstruyeron con goma.
Y entonces supe qué hacer.
Hice un modelo de ti.
Un hombre de negro con aire de Meinkampf.
Amante del tormento y la deformación
Yo dije sí, sí quiero.
Así, papito, he terminado al fin.
El teléfono se arrancó de raíz,
Las voces ya no pueden carcomerme más.
He matado a un hombre, he matado a dos
Al vampiro que dijo ser tú
Y bebió de mi sangre todo un año,
Siete años si quieres enterarte,
Papito, puedes descansar en paz ahora.
Hay una estaca en tu negro, burdo corazón,
A los aldeanos nunca les gustaste.
Están bailando y zapateando sobre ti,
siempre supieron que eras tú
Papito, papito: escúchame bastardo, acabada estoy.

Se dice que Sylvia Plath (1932-1963) escribió Ariel aproximadamente durante los dos meses anteriores a su suicidio, a ese 11 de febrero de 1963 en el que se levanta muy temprano, lleva el desayuno a sus hijos a la cama y después se encierra en la cocina, mete la cabeza en el horno y abre el gas. Los poemas de Ariel muestran el proceso de caída de la autora, ese deseo de la muerte como una liberación, pero también se ve en sus versos el amor por sus hijos, el dolor por el abandono de su marido –Ted Hughes–, los sentimientos encontrados hacia su padre, que murió cuando ella era una niña, y alusiones al paisaje que la rodeaba y que era evocador de su pena. Son poemas que nos dejan el corazón encogido y que nos transmiten ese dolor de vivir. Ariel es el último poemario de Plath. Se publicó póstumamente en 1965. Contiene algunos de sus poemas más famosos, Daddy y Lady Lazarus.
 Ariel es el libro tremendo de una mujer próxima a la muerte, donde plasma sus sentimientos y sus recuerdos, sus vivencias y sus sueños (quizá irrealizables) de una manera dura, implacable, sin subterfugios ni concesiones. Aunque durante mucho tiempo se consideró que sus repetidas depresiones e intentos de suicidio se debieron a la muerte de su padre cuando ella contaba nueve años, pérdida que nunca logró superar, hoy se sabe con certeza que padecía trastorno bipolar, enfermedad no psicológica que en la actualidad tiene adecuado tratamiento.
 Ariel es el poema más celebre de Plath. Ariel es un nombre hebreo que significa león de Dios. Ariel apareció, es obvio, póstumamente (la autora sólo publicó en vida otro libro de poesía, El coloso), pero se ha convertido en un texto de referencia por su enorme calidad literaria. La mayor parte de los poemas son largos (sólo se adelgazan los últimos, o Ariel, condensando el sentido); desarrollan, en ocasiones, una historia, mas envolviendo la realidad tras una serie de imágenes muy personales. Metaforiza la experiencia vital, usando claves entendibles por los que estén en un similar mundo de representación. No es una poesía culturalista, a pesar de las citas históricas o musicales, o de que mencione personajes literarios, mitológicos o religiosos. Se ha hablado de poesía confesional, pero quizá crea un personaje que no es estrictamente ella misma -ya que a veces distorsiona los datos de su propia biografía-, que le sirve para escribir de lo que desea o necesita. A parte del contenido, el uso de combinaciones inusuales, dolorosas expresiones, sorprendentes metáforas o, incluso, imágenes de fuerza brutal, confieren la singularidad que ha hecho de este libro una obra clásica
 Ariel" es mucho más, es el libro de una extraordinaria poeta, de una extremada sensibilidad, de imágenes hermosas, de recuerdos, de fuerza, de ironía, de grandeza, intimidad, de sueños; de gran calidad literaria, y que compone (más que escribe) uno de los libros de poesía más importantes de siempre.
Es extracto y compendio de:

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