viernes, 24 de abril de 2009

Michel Houellebecq: Las partículas elementales

"...Michel Thomas (1956), conocido como Michel Houellebecq, es un poeta, novelista y ensayista francés. Sus novelas Las partículas elementales y Plataforma se convirtieron en hitos de la nueva narrativa francesa de finales del siglo XX y comienzos del XXI. Ambas le otorgaron cierta consideración literaria pero también dieron lugar al llamado «fenómeno Houellebecq», que provocó numerosos y apasionados debates en la prensa internacional. Aunque ya había publicado ensayos (por ejemplo, un libro sobre Lovecraft) y numerosos poemas, el reconocimiento le llegó con su primera novela, Extension du domaine de la lutte (Ampliación del campo de batalla, 1994), que basada en el boca a boca y sin apenas publicidad se convirtió en un superventas en Francia. Con Les particules élémentaires (Las partículas elementales, 1998) se afianzó como uno de los más importantes escritores de su país, ganando el premio Novembre y el Nacional de las Letras para jóvenes talentos. El éxito total le llegaría con la aclamada (y denostada a partes iguales) Plateforme (Plataforma, 2001), una polémica novela tras cuya publicación Houellebecq fue acusado de misoginia, pornografía y racismo (parte del transfondo de la novela tiene relación con el Islamismo radical). Aparte, la principal acusación fue la de haber trivializado el turismo sexual en Extremo Oriente y el Caribe. Tras una entrevista posterior en la que lanzó duras palabras contra el Islam, fue llevado a juicio, aunque ganó la causa. También ha cultivado la ciencia ficción con su novela La possibilité d´une île (La posibilidad de una isla, 2005), novela que sin embargo no ha tenido la repercusión de obras anteriores. Partículas elementales se inicia con un prólogo del autor en el que anuncia que va a contar la historia de Michel Djerzinski vivida en la segunda mitad del siglo XX, en unos años aciagos y turbulentos, signados por la pobreza, la soledad, la amargura, carentes de amor, de ternura y de fraternidad. El personaje es un biólogo, tan importante que se lo considera con méritos para el premio Nobel. La primera parte de la novela se llama Le royaume perdu (El reino perdido),que significa la pérdida del nuevo reino, la segunda Les moments étranges (Los momentos extraños), la tercera Illimité émotionnel (Emoción ilimitada) y termina con un epílogo, donde propone una nueva utopía para los hombres. La novela da una visión descarnada y conmovedora de la sociedad de fines del siglo XX. Está ambientada en París, tiene como referente la rebelión estudiantil de mayo del 68 y los cambios de orden ideológico, social y moral que produjo. Las conquistas y logros de esta rebelión- que se extendió por todo el mundo, sobre todo en materia de liberación sexual a partir del reconocimiento del cuerpo como soberano, y que estuvo acompañada por la minifalda, la desnudez total, la píldora anticonceptiva, la vida mixta en las ciudades universitarias, la droga, el licor y el rock, el amor libre y compartido - para Houellebecq han sido la causa de todos los males. Los individuos son una especie de partículas elementales sometidos a leyes superiores y a un destino doloroso. Bruno, profesor y uno de los protagonistas de la novela vive intensamente esta experiencia, como una salida al vacío de su existencia. Busca el placer desenfrenado, visita un camping en el que es objeto de burlas, frecuenta los cines pornos, las discotecas donde se cometen toda clase de excesos. El otro es Michel, su medio hermano, que acusa un decaimiento sexual y quien como biólogo propone la creación de un nuevo tipo humano ajeno a todo egoísmo. Solo la biología y la genética podrían proporcionar al hombre la felicidad y su plena realización. Ramos Muñoz reseña que las partículas elementales se sitúa en un tiempo indeterminado, en la Francia de hoy mismo y también de pasado mañana, para hacer un diagnóstico de las sociedades europeas de principios de siglo que más parece una autopsia. La tesis de Michel Houellebecq, que alcanza su conclusión lógica en el inesperado capítulo final, es que Fukuyama tenía razón: hemos alcanzado el fin de la historia, la civilización occidental está agotada y nada tiene que ofrecer salvo artículos de consumo, ni sus ciudadanos otra alternativa que suscribirse a canales televisivos de pago o peregrinar a las áreas comerciales para combatir el aburrimiento. Houellebecq, que es junto con Daniel Pennac la nueva estrella de las letras francesas, posee la rara capacidad de condensar en una novela los temores, esperanzas y frustraciones de la generación a la que pertenece con una eficacia que docenas de textos de sociología combinados no poseen y sin caer en efectismos fáciles. La peripecia de los dos hermanastros protagonistas apenas presenta estridencias, sus vidas se deslizan hacia el fracaso desde el mismo principio y ninguno de los dos, a pesar de las diferentes maneras de comportarse, evita que la soledad absoluta y la falta de objetivos sean sus últimos compañeros. Mientras van envejeciendo y adoptando distintos estilos de vida, estos miembros de la clase media-alta francesa nos permitirán asistir al abatimiento de los supuestamente privilegiados, su vacío, la crisis de las relaciones personales e incluso, al tiempo que se evidencia el ocaso del pensamiento burgués, mostrar la ridiculez de los sistemas que se le han planteado y plantean todavía como alternativa. “Las partículas elementales” fue el máximo fenómeno editorial francés de 1998, y la crítica se deshizo en elogios para este nuevo Aldous Huxley el de “Un mundo feliz” o para esta nueva versión de “La montaña mágica” de Thomas Mann, autores con los que fue comparado. La clave acaso hay que buscarla en uno de los poemas que Houellebecq publicó cuando aún no era nadie: «Toda sociedad tiene sus puntos débiles, sus llagas. Meted el dedo en la llaga y apretad bien fuerte (...) Hablad de la muerte y del olvido (...) Sed abyectos: seréis verdaderos.» En “Las partículas elementales” toma forma definitiva el ataque frontal contra los protagonistas del 68, muchos de los cuales dominan hoy, desde todos los poderes político, económico, periodístico, el destino de Francia. Es extracto y compendio de otras reseñas que se relacionan: http://www.jornaldepoesia.jor.br/ag30houellebecq.htm http://es.wikipedia.org/wiki/Michel_Houellebecq http://www.bibliopolis.org/resenas/rese0184.htm http://www.houellebecq.info/espanol.php3 http://www.elmundo.es/1999/10/27/cultura/27N0093.html http://www.librerianorma.com/producto/producto.aspx?p=we0Tcgat2yLojpV8N9TIr/ZOppJ6wr79

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