lunes, 28 de septiembre de 2009

Marco Aurelio: Meditaciones

"... Marco Aurelio (121-180) escribió sus Meditaciones como una compilación de todas las enseñanzas que había recibido a lo largo de su vida. Su título original Ta eis heuatón significa en griego "Acerca de si mismo" . Las Meditaciones junto a las Cartas a Lucilio de Séneca, son el compendio perfecto de la ética estoica con sus temas recurrentes: la fugacidad de la vida, la fragilidad de lo mundano, la búsqueda de la sabiduría y la impasibilidad ante los vaivenes de la fortuna. En el pensamiento de Marco Aurelio, además de la influencia de Platón y Aristóteles, el estoicismo -doctrina nacida en Grecia en el siglo IV a.C. y que encuentra sus antecedentes más directos en la doctrina de Sócrates de la necesidad de la práctica de la virtud- toma el matiz peculiar que le brinda su extraordinaria personalidad, convirtiéndose esta doctrina en su fuente de inspiración, tanto en lo personal como en su función pública. Durante la guerra contra los bárbaros, para consolar sus horas de soledad y extenuación, y como ejercicio de la práctica estoica de hacer un balance al final del día de todas las acciones diarias, Marco Aurelio compuso lo que constituye el compendio de su pensamiento: las "Meditaciones". Se trata de una serie de aforismos escritos en griego, agrupados en 12 libros, única obra completa que se conserva de él. En estas páginas se enfrenta a sí mismo, y mostrando la nobleza de su alma, recoge una serie de reglas que han de regir su conducta, así como un modo de comprender los acontecimientos del destino. El elemento más característico de su obra es que no contiene recomendaciones teóricas destinadas a una tercera personas, sino que se trata de la vivencia profunda de su filosofía; quien accede a su lectura tiene la impresión de estar asistiendo al espectáculo interior de un alma iluminada, donde se ofrece un elixir contra los dolores del mundo. Las verdaderas riquezas del hombre no residen para Marco Aurelio en el mundo exterior, sino en la perfección de la propia alma. En lugar de dilapidar las energías vanamente, lo aconsejable es realizar cada acto de nuestra vida con la misma dedicación como si tratara del último. Los honores exteriores, la fortuna, las infamias, todo ello desaparece con la muerte, y la muerte no es más que un efecto natural de la misma vida, por lo que tan sólo se pierde el momento presente. Todo lo que sucede, se produce por alguna razón que viene determinada por los dioses. De este modo, aquel que tras la observación, alcanza a comprender las razones divinas, ve la belleza a través de toda la Naturaleza, y el sentido de la vida misma. De la contemplación de la Naturaleza, surge la comprensión de que lo más importante no es tratar de que el cuerpo y el alma permanezcan unidos por mucho tiempo, sino que, cuando llegue la muerte, el alma haya adquirido su perfección. El mal no existe en verdad, dado que las cosas que provienen de la Naturaleza no son buenas ni malas, sino que el mal depende de nuestra fantasía, que agrega cualidades a las cosas. Nuestra opinión no hace más que empañar lo que ya, de por sí, es mutable y transitorio. Por lo tanto, no hay nada tan bueno y duradero como la virtud, que es independiente y está por encima de las alabanzas o vituperios de los hombres. Los hombres deben ayudarse y sostenerse los unos a los otros, por lo mismo que todos los seres humanos participan de una misma naturaleza racional, similar a la razón cósmica. Si los dioses son condescendientes con nuestros humanos vicios, tanto más debemos hacerlo nosotros con nuestros semejantes. El pecado es ignorancia y la bondad es lo propio de la naturaleza humana: "Ama al prójimo y sigue a Dios". Es este el sentido de la gran fraternidad propugnada por los estoicos, donde todo y todos tienen cabida en el Plan Universal. Entiende Marco Aurelio la religión con una visión filosófica. Encontramos el concepto de divina providencia, de un orden sabio del universo, y la relación cercana entre el hombre y Dios. Concebía la vida como una prueba para la mente y sus principios. Acepta, como Séneca, el dualismo entre el alma y el cuerpo e interpreta la muerte como una liberación. Su pensamiento político también está bañado por los principios estoicos. Para él la política y la ética parten de los mismos fundamentos: el respeto de la dignidad humana y la idea del hombre como ciudadano del mundo. De este modo, Marco Aurelio manifestaba que el mando es una ardua obligación que el gobernante debe realizar desde el interior de sí mismo, y únicamente en beneficio de los demás..." Es extracto y compendio de otras reseñas: http://www.cuadernosdemusicayliteratura.com/2008/01/marco-aurelio.html http://bibliotecafilosofica.blogspot.com/2008/05/libros-para-descargar-meditaciones.html http://www.imperivm.org/cont/textos/txt/marco-aurelio_meditaciones.html http://es.wikipedia.org/wiki/Marco_Aurelio http://www.criticadelibros.org/8489662142 http://www.nueva-acropolis.org.ar/Marco-Aurelio.383.0.html http://www.leergratis.com/ensayo/marco-aurelio-de-anthony-birley.html

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