miércoles, 27 de mayo de 2009

Johan August Strindberg:La señorita Julia (una historia naturalista)

"... El último cuarto del siglo XIX es el momento de esplendor del teatro escandinavo, pues sus propuestas naturalistas y psicológicas se extienden por toda Europa. Junto al noruego Henrik Ibsen, el otro renovador venido del norte es el sueco August Strindberg, cuya pieza más conocida es La señorita Julia (1888). Johan August Strindberg (Estocolmo, 1849-1912) es considerado el padre de la literatura sueca moderna. La mayoría de sus obras tienen un marcado carácter autobiográfico. La ascendencia aristocrática del padre, la condición de criada de la madre, el fracaso de sus tres matrimonios y, sin duda, una inestabilidad mental de índole esquizofrénica se refleja una y otra vez en sus novelas y dramas.
La señorita Julia (1888) es quizá la mejor de sus obras y la más representativa del teatro sueco. Sus ediciones suelen estar precedidas por un prólogo, escrito por el autor, en el que expone de manera precisa el carácter de los tres personajes y una nueva concepción del teatro. Su producción literaria, íntimamente ligada a su biografía, recorre prácticamente todos los géneros y está recogida en 50 volúmenes a los que hay que sumar otros 22 de carácter epistolar. Sus intereses no se limitaron al campo de la literatura, ya que también se dedicó al periodismo, la escultura, pintura, fotografía, química, alquimia y ocultismo. Sus dramas son, sin duda, lo mejor de su producción literaria. Escritos de forma directa e incluso cruel, reflejan toda una serie de conflictos individuales, familiares y de clase que constituyen un duro golpe a la sociedad y que difícilmente dejan indiferente al espectador. Si bien La señorita Julia es la obra más destacada, también cabe señalar La danza de la muerte, La sonata de los espectros, El pelícano o La más fuerte.
Además del término “naturalista”, con el que Strindberg definió su drama, quizá sea la palabra “lucha” la que mejor pueda definirlo. Lucha de lo nuevo frente a lo viejo, del fuerte frente al débil, de la religión frente al ateísmo, de la monarquía frente a la república. Lucha de clases, de sexos y de ideas. No en vano se habla de “darwinismo” en el prólogo.Los hechos y personajes del drama están basados en la realidad. El escritor tomó como modelo para la creación de Julia a su primera mujer, la aristócrata y actriz finlandesa Siri Von Essen. Pero no solo, también se inspiró en la triste historia de la escritora sueca Victoria Benedictsson, y en una noticia aparecida en la prensa sueca que narraba la seducción de un criado por una mujer de la nobleza que terminó de camarera en un restaurante.Con todos estos ingredientes es lógico que la obra se haya puesto en escena eninnumerables ocasiones y países; y también es lógico que se hayan realizado numerosas películas, óperas e incluso ballets. La señorita Julia es quizá el mejor de los textos de Strindberg y la obra más representativa del teatro sueco. El drama se centra en tres personajes: la señorita Julia, hija de un conde; Juan, su criado; y Cristina, cocinera y supuesta novia de Juan. La acción tiene lugar en la cocina de la mansión y durante la noche de San Juan, fiesta pagana del solsticio de verano. En ausencia del padre, y mientras el pueblo está entregado a la diversión, la señorita Julia, excitada, invita a bailar a su criado. Sacando provecho de su privilegiada condición social, la señorita juega con él, provocándole e insinuándose. El juego termina volviéndose en contra de ella y acaba siendo seducida. La señorita Julia, mujer descendiente de la nobleza ha caído y su sentido del honor no debe permitirle vivir. El criado, se ha elevado seduciendo a una mujer de la aristocracia, una mujer muy por encima de una simple cocinera. El único impulso de Juan es el de ascender socialmente, los medios para conseguirlo no importan. Se establece de este modo una constante lucha entre lo nuevo y lo viejo, el fuerte y el débil, una clase baja emergente y con instinto de supervivencia, y una clase alta abocada a la decadencia. Pero no sólo eso, también hay un enfrentamiento de la religión frente al ateísmo, la monarquía frente a la república, la emancipación de la mujer frente a su dependencia, una lucha, en definitiva, de clases, de sexos y de ideas. La novedad del teatro naturalista que propone Strindberg se encuentra en el tratamiento de las réplicas y el lenguaje empleado, además de la perspectiva utilizada para mostrar un tema como el de las diferencias de clase. Esta tragedia naturalista ocupa un lugar importante en la historia del teatro universal pues supone la ruptura con el drama decimonónico y el primer paso para el teatro del siglo XX. A esta relevancia en el plano histórico se añade un interés intrínseco por su magnífica creación de una trama y unos personajes memorables, aunque en cierto modo puedan haber traicionado a su autor..."
Es extracto y compendio de otras reseñas que relaciona:

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