domingo, 10 de mayo de 2009

Conde de Lautréamont: Los cantos de Maldoror (el surrealismo en la narrativa)

"... Conde de Lautréamont(1846-1870), seudónimo de Isidore Lucien Ducasse, poeta francés de origen uruguayo considerado precursor del movimiento literario del siglo XX conocido como surrealismo. Enviado por su padre a Francia, estudió en la Escuela Politécnica de París, donde escribió largos cantos en prosa, de los cuales el primero se publicó en 1868. Añadiendo cinco fragmentos, se volvió a publicar en 1890 con el título de Los cantos de Maldoror. Maldoror es una figura demoníaca suprema que aborrece a Dios y a la humanidad, y que se muestra bajo todos los modos del horror y la corrupción. Con un lenguaje impactante y enfebrecido, describe episodios de pesadilla con sepultureros, pederastas, vampiros y criaturas misteriosas encontradas en la playa. La obra contiene una profusión asombrosa de imágenes delirantes, blasfemas, eróticas, grandiosas y horrendas, pero su estilo y lenguaje la convierten en un ejemplo sobresaliente del modo alucinatorio y apocalíptico de escritura que más adelante utilizarían los surrealistas. Los Cantos fueron poco conocidos durante el periodo simbolista de finales del siglo XIX, aun cuando su máximo representante, Remy de Gourmont, llamó la atención sobre su existencia. Según los críticos surrealistas, Lautréamont es el mayor poeta francés, más importante incluso que Arthur Rimbaud, la figura más reverenciada por la escuela simbolista. Es autor también de Poesías (1870), series de versos paradójicos sobre la poesía. Lo grotesco, el espanto y lo ridículo en Los cantos recuerdan a la obra de otro gran antecedente del surrealismo, El Bosco. No por casualidad fue Lautréamont motivo de inspiración para escritores como Alfred Jarry, Louis Aragon, André Breton o Benjamin Péret, y artistas plásticos como René Magritte, Salvador Dalí, Amedeo Modigliani, y Man Ray. Los 6 'Cantos...' (editados por Alianza) conocieron su alumbramiento editorial en 1868, cuando su autor Isidore Ducasse (Lautréamont y su título nobiliario eran sólo pseudónimo) contaba 22 años. Muy poco después, otro joven esteta e inmoralista, Rimbaud, daría a conocer sus 'Iluminaciones' y 'Una temporada en el infierno'. Sobre estas escandalosas e inexplicables prosas poéticas cuelga la misma aureola maldita, la misma apología de la enfermedad y de la disidencia. 'Los cantos de Maldoror' (abreviación de "Mal d'aurore", "Mal de aurora") son un bestiario de 185 animales. Algunos ni existen, y de hecho, las notas del traductor, Ángel Pariente, sirven básicamente de diccionario faunístico. El escenario podría ser un osario, o un légamo anfibio y sin sol, o un infierno estrellado. Impera, imperioso, el espíritu esteticista de la contradicción sin esclusas, del nudo infame que une los excesos en la sombra irracional de los opuestos imposibles. La prosa de Lautréamont es exquisita, cargada de imágenes sugerentes y decadentistas, labrada cada palabra como si de un poema en verso se tratase.Esa belleza venenosa y maligna se personifica en el Maldoror del título, una creación fantástica y onírica, depositaria de toda la crueldad del ser humano y de toda su bondad: narrador a veces, personaje otras, siempre protagonista de las escenas que su descabellado creador teje para ilustrar el absurdo de la existencia humana."

1 comentario:

  1. Acabo de pedir los Cantos en la biblioteca. Me siento extraviado en ellos cuando los leo. Lautreamont, no sé si genio o tomadura de pelo.

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