domingo, 29 de noviembre de 2009

Jan Potocki: Manucristo encontrado en Zaragoza (el relato enmarcado)


"... El manuscrito encontrado en Zaragoza (en francés original, Le manuscrit trouvé à Saragosse) es una novela gótica publicada por Jan Potocki en 1804 y
1805, adaptada al cine por el director polaco Wojciech Has en 1965.
Construida según la técnica del relato enmarcado, con historias dentro de historias que se ramifican y entremezclan, al modo de Los cuentos de
Canterbury, el Decamerón o Las mil y una noches, la obra fue comenzada en 1797 y publicada en dos partes.
Manuscrito encontrado en Zaragoza es el compendio de la vida y trabajos de Jan Potocki, literato, erudito, místico, viajero, científico y político nacido en 1761 en Polonia y uno de los personajes más fascinantes de la Europa de la Ilustración. Si en su ritmo majestuoso y la riqueza de su realismo inaugura la gran novela del siglo XIX, su audacia formal y su experimentación con distintos registros y niveles de ficción anticipa la literatura del siglo XX.
El ‘Manuscrito narra la historia de Alfonso van Worden, oficial de la guardia Valona, que atraviesa Sierra Morena para llegar a Madrid, donde se convertirá en capitán al servicio de Felipe V, Rey de España. A lo largo de su viaje se encontrará con todo tipo de personajes y sucesos extraordinarios que hacen de esta novela uno de los referentes de la literatura gótica fantástica. La novela se organiza a través de relatos que se conectan y se entremezclan, unos dentro de otros, resultando una estructura laberíntica que ha permitido que, en ocasiones, se hayan extraído paisajes aislados; de hecho, se dice que autores tan renombrados como Gérard de Nerval y Washington Irving plagiaron algunos de esos relatos.
La primera parte (conocida como Les dix Journées de la Vie d’Alphonse van Worden) apareció en edición limitada entre 1804 y 1805 en San Petersburgo; la segunda, Avadoro (una historia española), se dio a conocer en 1813 en París. Potocki (1761-1815) inició su escritura en 1797 y la concluyó poco antes de suicidarse, mediante un disparo en la sien con una bala de plata que él mismo había limado hasta obtener el tamaño perfecto para su pistola.
En 2002 dos investigadores de las Universidades de Montpellier y Lausana, Dominique Triaire y François Rosset, descubrieron seis manuscritos de Jan Potocki que habían sido mal catalogados en los archivos de Poznan, Polonia. El estudio minucioso de estos documentos les permitió establecer un hecho increíble: no existía una sino dos versiones de Manuscrito encontrado en Zaragoza. Hasta entonces, la obra no se ha leído más que de una manera mutilada, sin ser fiel a los textos originales. Iniciado antes de 1794, reescrito durante cerca de veinte años hasta el suicidio de su autor, inicialmente barroco y libertino (versión de 1804), el Manuscrito fue más adelante recompuesto y acabado bajo una forma más seria y enciclopédica (versión de 1810), siendo esta última la versión que presenta la editoriales Acantilado y Valdemar.
.El libro sigue la moda de la novela gótica al estilo de Radcliffe y Hoffmann con especial hincapié en la ambientación exótica (España, Italia, África). La obra transcribe el manuscrito hallado por un oficial de las tropas napoleónicas en Zaragoza, y cuenta las peripecias y viajes del noble caballero Alfonso Van Worden, episodios vividos o referidos sobre "bandidos, almas en pena y adictos a la Cábala", en una visión pintoresca, fantástica y prerromántica de la España profunda del siglo XVIII, llena de inolvidables historias de aparecidos, cabalistas, ventas encantadas o leyendas moriscas, traspasada de un aire picaresco deudor de la tradición española…"
Es extracto y compendio de otras reseñas:
http://es.wikipedia.org/wiki/El_manuscrito_encontrado_en_Zaragoza
http://memoriasdeunfriki.blogspot.com/2006/08/manuscrito-encontrado-en-zaragoza-de.html
http://www.lecturalia.com/libro/34319/el-manuscrito-encontrado-en-zaragoza
http://visperasdenada.wordpress.com/2009/02/10/el-manuscrito-encontrado-en-zaragoza/
http://www.hislibris.com/manuscrito-encontrado-en-zaragoza-jan-potocki/

lunes, 23 de noviembre de 2009

Arthur R.G. Solmssen: Una princesa en Berlín (el huevo de la serpiente)

“… El novelista y abogado norteamericano Arthur R.G. Solmssen (Nueva York, 1928) nos descubre con Una princesa en Berlín, su más famosa novela, un Berlín frío, gris, y ahogado por las revoluciones sociales y políticas, el Tratado de Versailles, y una inflación que abocó a la miseria a millones de alemanes que vieron como sus ahorros, su dinero, su moneda, no tenían valor ninguno. A través de la historia de Peter Ellis, un americano que aprovecha la coyuntura económica de la República de Weimar para instalarse en Berlín, el lector puede llegar a comprender cómo es posible que Alemania degenerara en un régimen totalitario.
  El autor, de nacionalidad americana pero gran conocedor de la realidad alemana por haber pasado su infancia en Berlín, sitúa a su protagonista en la misma tesitura: un americano, Peter Ellis, que llega a Berlín en el año 1922 procedente de París, donde se había encontrado con su amigo alemán Christoph y aceptado la invitación de acompañarle a su ciudad. De la mano de éste se introduce en lo más representativo de la sociedad berlinesa de la época. Peter Ellis se relaciona con tres familias diferentes, los Keith, militares prusianos empobrecidos y amargados ante su pérdida de posición, los Waldstein, representantes de las altas clases sociales financieras, antiguos judíos que a lo largo de la historia han emparentado con la nobleza y los Falke, núcleo familiar en torno a un cínico pintor comunista que enseña pintura al joven norteamericano.
A lo largo del relato, queda patente de qué forma vivió Alemania la época de entreguerras. La fuerte caída del reichsmark, la debilidad del Reichsbank para hacer frente a la devaluación, y las agitaciones sociales que desde la izquierda o la derecha más radical reclamaban estabilidad fueron el caldo de cultivo para la aparición de un descontento profundo hacia la República y sus dirigentes, a quienes los alemanes veían incapaces de gobernar la difícil situación. Con este panorama no era de extrañar que el odio, el desengaño y el malestar ocuparan los corazones y mentalidades alemanas, quienes canalizaron el hambre y la miseria en forma de odio hacia el colectivo judío. Esto es exactamente lo que vive el americano en Berlín: una sociedad que reclama soluciones a un Gobierno ahogado por el egoísmo de los aliados, pero también una sociedad fragmentada y compleja, una situación económica nefasta y el nacimiento de una época que en suma, sería la más truculenta y desastrosa de la historia mundial…”
Esta recensión es extracto y compendio de otras reseñas que se relacionan:
http://www.xabiaaldia.com/nukexd/modules.php?name=News&file=article&sid=865
http://www.cuantoyporquetanto.com/htm/libros/libros_unaprincesaenberlin.htm
http://lecturasreunidas.blogspot.com/2009/08/una-princesa-en-berlin.html
http://jullei.wordpress.com/2008/06/24/una-princesa-en-berlin-de-arthur-rg-solmssen/

jueves, 19 de noviembre de 2009

Samuel Taylor Coleridge: Kubla Khan" o "La Visión de un sueño, fragmento"


En Xanadú se hizo construir
Kubla Khan un fastuoso palacio:
Allí donde el sagrado río Alfa discurría
a través de grutas inconmensurables para el hombre
hasta precipitarse en un mar sin sol.
Así pues, diez millas de terreno fértil
fueron cercadas de muros y torres:
y surgieron jardines en los que brillaban sinuosos arroyos
y donde crecían abundantes árboles del incienso;
y había bosques tan viejos como las colinas
rodeando los prados iluminados por el sol.
¡Mas, ved aquel romántico y profundo abismo abierto
en el costado de la verde colina, bajo la sombra de los cedros!
¡Qué lugar tan agreste! ¡El más sagrado y lleno de encantamientos
que jamás fue visitado bajo la luna menguante
por la mujer que clama por su demonio amante!
Y de este abismo, bullendo en incesante remolino,
como si la tierra respirara con ansioso jadeo,
brotó al instante un poderoso manantial;
y en medio de su repentino e intermitente impulso
enormes fragmentos de roca saltaban como el granizo
o como el trigo que se separa de la paja bajo los golpes del trillador;
y en medio del incesante resonar de las rocas que danzaban en el aire,
surgió a borbotones el sagrado río.
Trazando laberínticos meandros, a lo largo de cinco millas
discurría el sagrado río a través de bosques y valles,
hasta llegar a las cavernas inconmensurables para el hombre
y hundirse con estruendo en un océano sin vida:
y, en medio de este estruendo, oyó Kubla a lo lejos
las voces de sus antepasados que profetizaban la guerra.
La sombra del palacio deleitoso
se reflejaba en medio de las olas,
allí donde se oían los ritmos mezclados
del manantial y los abismos.
Era una maravilla de peculiar diseño
este palacio de deleites bañado por el sol sobre cavernas de hielo.
De una jovencilla que llevaba un dulcémele
tuve una vez una visión:
era una doncella abisinia,
y tocaba su dulcémele
mientras cantaba del monte Abora.
Si fuera capaz de revivir en mí
la música y la letra de su canción
me sentiría penetrado de tan profunda delicia,
que, con música aguda y prolongada,
sería capaz de construir en los aires el palacio,
¡ese palacio soleado! ¡esas grutas de hielo!
Y todos los que oyeran mi música los verían,
y gritarían todos: ¡Cuidado, cuidado!
¡Mirad sus ojos centelleantes, su cabello desmelenado!
Tejed tres veces en torno a él un círculo,
y cerrad los ojos con terror sagrado,
pues él se ha alimentado de ambrosía
y ha bebido la leche del Paraíso.

Kubla khan
Samuel Taylor Coleridge

Introductor del romanticismo en la literatura inglesa junto con William Wordsworth, Samuel Taylor Coleridge (1772-1834) es autor de algunas de las composiciones más bellas, musicales e imaginativas de la rica poesía en este idioma, como son «La rima del anciano marinero», «Cristabel» o «Kubla Khan»,
El "Kubla Khan" o "La Visión de un sueño, fragmento" es un poema que toma su nombre del emperador mongol y chino, Kublai Khan de la dinastía Yuan. La primera línea del poema menciona el nombre de Xanadu, palacio construído por el mencionado emperador.
El poema fue escrito por Coleridge en 1798. Según parece, por la trayectoria del poeta y por las notas encontradas sobre el mismo, los hechos que se encuentran en este poema no son más que un sueño de Coleridge puesto sobre el papel después de una ingesta de láudano. El mismo Coleridge aseguró que lo escribió para preservar su sueño y evitar que se perdiera. El poema esta escrito en forma de canto, las inclinaciones musicales de este poema son el resultado del uso del tetrámetro yámbico de Coleridge y las alternancias rítmicas. Si observamos el poema en su totalidad, por la forma que Coleridge utilizó para escribirlo deducimos que el poema tiene una composición clara y simétrica. Podemos dividir el poema en dos partes. La primera parte se corresponde con una narración descripción escrita en tercera persona, la descripción del majestuoso palacio y de los jardines que Kubla Khan posee para su propio deleite. La segunda parte del poema es lírica y está escrita en primera persona utilizando versos cortos, nos describe las experiencias del propio poeta.
El poema Kubla Khan, es un complejo laberinto de imágenes y símbolos que representan el estado inconsciente y oculto de la mente humana, trata de mostrarnos la dura batalla entre la conciencia y la inconciencia que existe dentro de cada ser humano, un poema donde predomina un mosaico de pensamientos y temas incompletos. Después de muchos estudios realizados sobre el poema de Kubra Khan numerosos críticos han llegado a la conclusión de que conocemos todos los datos relacionados con el poema: su fecha de composición, el estado en que se encontraba Coleridge en el momento de su composición, las razones por las cuales el poema fue escrito; todo esto lo sabemos menos de lo que trata el poema en sí. Algunos autores, entre ellos una crítica llamada Alethea Hayter, han llegado a la conclusión de que los efectos que el opio producía sobre la mente eran devastadores y que muchos poetas del siglo XIX lo tomaban porque afirmaban que les ayuda a despertar su mente y a conocer mejor su “yo” inconsciente.
Borges nos cuenta en su texto El sueño de Coleridge que "El poeta soñó en 1797 (otros entienden que en 1798) y publicó su relación del sueño en 1816, a manera de glosa o justificación del poema inconcluso. Veinte años después, apareció en París, fragmentariamente, la primera versión occidental de una de esas historias universales en que la literatura persa es tan rica, el Compendio de Historias de Rashid ed Din, que data del siglo XIV. En una página se lee: “Al este de Shang tu, Kubla Khan erigió un palacio, según un plano que había visto en un sueño y que guardaba en la memoria”. Quien esto escribió era visir de Ghazan Mahmud, que descendía de Kubla." "Un emperador mogol, en el siglo XIII, sueña un palacio y lo edifica conforme a la visión; en el siglo XVIII, un poeta inglés que no pudo saber que esa fábrica se derivó de un sueño, sueña un poema sobre el palacio. Confrontadas con esta simetría, que trabaja con almas de hombres que duermen y abarca continentes y siglos, nada o muy poco son, me parece, las levitaciones, resurrecciones y apariciones de los libros piadosos." "¿Qué explicación preferiremos? Quienes de antemano rechazan lo sobrenatural (yo trato, siempre, de pertenecer, a ese gremio) juzgarán que la historia de los dos sueños es una coincidencia, un dibujo trazado por el azar, como las formas de leones o de caballos que a veces configuran las nubes. Otros argüirán que el poeta supo de algún modo que el emperador había soñado el palacio y dijo haber soñado el poema para crear una espléndida ficción que asimismo paliara o justificara lo truncado y rapsódico de los versos. Esta conjetura es verosímil, pero nos obliga a postular, arbitrariamente, un texto no identificado por los sinólogos en el que Coleridge pudo leer, antes de 1816, el sueño de Kubla. Más encantadoras son las hipótesis que trascienden lo racional. Por ejemplo, cabe suponer que el alma del emperador, destruido el palacio, penetró en el alma de Coleridge, para que éste lo reconstruyera en palabras, más duraderas que los mármoles y metales." "El primer sueño agregó a la realidad un palacio; el segundo, que se produjo cinco siglos después, un poema (o principio de poema) sugerido por el palacio; la similitud de los sueños deja entrever un plan; el período enorme revela un ejecutor sobrehumano. Indagar el propósito de ese inmortal o de ese longevo sería, tal vez, no menos atrevido que inútil, pero es lícito sospechar que no lo ha logrado. En 1691, el P. Gerbillon, de la Compañía de Jesús, comprobó que del palacio de Kublai Khan sólo quedaban ruinas; del poema nos consta que apenas se rescataron cincuenta versos. Tales hechos permiten conjeturar que la serie de sueños y de trabajos no ha tocado a su fin. Al primer soñador le fue deparada en la noche la visión del palacio y lo construyó; al segundo, que no supo del sueño del anterior, el poema sobre el palacio. Si no marra el esquema, alguien, en una noche de la que nos apartan los siglos, soñará el mismo sueño y no sospechará que otros lo soñaron y le dará la forma de un mármol o de una música. Quizá la serie de los sueños no tenga fin, quizá la clave esté en el último."
Esta recensión es extracto y compendio de otras reseñas que se relacionan:
http://litart.mforos.com/1082649/7355845-samuel-taylor-coleridge/http://www.caressa.it/testi/borges01.html
http://www.taringa.net/posts/arte/2281158/Kubla-Khan,-un-poema-soñado-y-el-eterno-retorno.html
http://www.epdlp.com/texto.php?id2=1413
http://es.wikipedia.org/wiki/Samuel_Taylor_Coleridge
http://sendas-celacanto.blogspot.com/2009/01/el-palacio-sonado-de-kublai-khan.html
http://nasdat.com/index.php?topic=1487.0;wap2

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Francisco Granados: Finalista del II Premio Guadalquivir de Narrativa.

Charo Fernández Cotta se hizo ayer con el II Premio Guadalquivir de Narrativa, dedicado a los autores noveles y entregado ayer durante una cena en el restaurante Abades. Maribel Montaño, y todos los miembros del jurado, compuesto por Rogelio Delgado (editor de RD, donde se publicará la obra premiada), Andrés Sorel, Rafael de Cózar, Juan José Téllez, Pablo Rodríguez Balbontín, Andrés Nadal, Emilio Losada (primer ganador del certamen el año pasado con La quintaesencia suave) e Ignacio García Alonso, director de RD Editores.
El finalista fue nuestro querido tertuliano Francisco Manuel Granados, por La más bella amante, historia "detectivesca" en torno a un escritor perdido y "fábula sobre las pasiones que labran nuestra vida" en cuya trama se muestran "los recovecos más íntimos" de Sevilla" y la "atmósfera irreal de una burguesía decadente".
Nuestra más sincera felicitación a este escritor, colaborador habitual de este blog y tertuliano fundador de la Tertulia Porvenir XXI.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Natsume Sōseki: Yo, el gato.


"... Natsume Sōseki (1867 - 1916) es el seudónimo literario de Natsume Kinnosuke (en japonés, Natsume Kin'nosuke 夏目 漱石 ), novelista japonés, profesor de literatura inglesa y escritor de haikus y poesía china . El descubrimiento de Natsume Soseki en España ha sido tardío, pero fulminante. Hasta hace diez años, era el menos conocido de los maestros de la novela japonesa moderna, pero la obra de Murakami ha rescatado del olvido buena parte de su obra.
Su primera novela, Yo, el gato (Trotta, 1999). Publicada en 1905 y escrita bajo el influjo del Tristram Shandy de Laurence Sterne (Natsume Soseki había pasado tres años malviviendo y bienleyendo en Londres), tiene como protagonista a un gato que cuenta la vida de su dueño, pusilánime profesor de Secundaria. Más que un gato, es un súper-gato que ha leído a Nietzsche y venga con su mordacidad las desgracias de su amo. En esta novela, ya están los ingredientes del mejor Soseki: la risa como liberación, la piedad con lo pequeño, pero sin cursilería, la sátira de los intelectuales europeizados, el colegio como infierno y una peculiar oposición entre el campo y la ciudad, que debe tanto al Japón de la época Meiji (años de apertura a Occidente) como al propio Soseki, hijo de un samurái venido a menos. A la hipocresía de la capital, le opone Soseki la provincia hermosa... pero hostil y pueblerina. Un gato sin nombre, narrador y protagonista, se convierte en observador y crítico de la sociedad japonesa de su tiempo. El perspicaz y sabihondo felino se interna en los escondidos recovecos de la sociedad para escudriñar conductas, escuchar conversaciones y presenciar hechos que le dan pie para sentar cátedra de filósofo. En realidad, al confiar al gato el papel de inquisidor y fustigador de los entuertos humanos, lo que el autor intenta es pasar por el tamiz modas, costumbres y formas de pensar importadas de occidente. Bajo la implacable férula de un gato que se presenta con un yo mayestático y petulante, la novela suscita, además de sonrisas, inquietud en torno al eterno conflicto entre la horma cultural indígena y el modelo de civilización traído del exterior. La obra viene a resultar útil para comprender al pueblo japonés, siempre atento al progreso moderno y, al mismo tiempo, respetuoso con su patrimonio ancestral, que, a veces, se nos antoja misterioso, enigmático. Sin pretenderlo, el gato sin nombre acaso ayude también a superar barreras y enigmas culturales.
Esta novela se empezó a escribir en 1905 y se publicó por capítulos hasta su finalización, el año siguiente en la revista literaria Hototogitsu. El autor, Söseki Natsume era profesor en el departamento de Literatura Inglesa de la Universidad Imperial. Nos encontramos así ante un hombre conocedor de la literatura occidental y de sus grandes obras, no se trata de alguien recluido y centrado simplemente en la cultura japonesa. Söseki se situa en una posición ambigua, ya que conoce ambas culturas (vivió varios años en Inglaterra) puede ser crítico con ambas. Admira la cultura occidental tanto como respeta la cultura y la producción propias de Japón, y es consciente de los peligros que pueden surgir del intento ciego de la sociedad japonesa de occidentalizarse.
Los mismos temas tocan sus dos siguientes novelas aparecidas en 1906: la divertidísima Almohada de hierbas (Kaicron, 2007), burla de los poetas del haiku, y la más popular, Botchan (Impedimenta, 2008), una especie de Lazarillo en japonés. Este joven profesor enviado a una recóndita provincia para educar a los salvajes, será uno de los modelos literarios más influyentes de la literatura, el cine y el manga japonés, y Soseki lo perfeccionará en el resto de sus novelas. Como en La puerta (Miragüano, 1991), donde este "bufón sufridor" tomará el hábito de un aprendiz de monje que no consigue iluminarse. Y por supuesto en una de sus obras maestras, Sanshiro (Impedimenta, 2009). Publicada en 1908, Sanshiro es una novela de formación a la europea, con una extensión que permite a Natsume Soseki recuperar la inventiva de Yo, el gato, sus enredos y digresiones. Pero también algunos ingredientes (la nostálgica descripción del Tokio universitario, del lumpen artístico y los amores ruinosos) anticipan la amargura de Kokoro (Gredos, 2009), escrita en 1914 y considerada su obra capital. Cuestión de gustos. En Sanshiro, la risa aún nos ayuda a pasar el mal trago.
Aurelio Asiain en Letras Libres reseña que es difícil no admirar las minuciosas virtudes y la vasta influencia de una obra que se construyó contra las convenciones del gusto de su época. Natsume Sôseki fue más que un novelista. Fue en primer término un poeta, regular en japonés y –dicen– excepcional en chino, y un crítico, autor de una Teoría literaria revolucionaria, la primera en Japón en preguntarse por la naturaleza de la literatura. Fue un prosista portentoso, capaz de la elegancia clásica como del coloquialismo dialectal y que mudó de estilo en cada libro. Fue un narrador atento a la forma del relato más que a su trama, pero que creía en la naturaleza moral de la literatura y en su misión civilizadora. Fue un intelectual público y una figura moral, que combatió tanto el patrioterismo estatal y popular como la fascinación de su época ante Occidente y promulgó lo que podríamos llamar un individualismo liberal. Fue, pues, un escritor múltiple y un hombre con un destino cabal. Pero lo fue con distancia y escepticismo...."
Esta recensión es extracto y compendio de otras reseñas que se relacionan:
http://www.publico.es/culturas/214956/guia/rapida/hablar/soseki
http://www.lecturalia.com/libro/22333/yo-el-gato

sábado, 14 de noviembre de 2009

Haruki Murakami: Kafka en la orilla.


"... En la sesión de diciembre de la tertulia se acordó analizar la obra de Haruki Murakami "Kafka en la orilla. Intentaré hacer una breve referencia al autor y su obra.

Haruki Murakami nació en Kioto en 1949. Estudió literatura y teatro griego en la universidad de Waseda. Trabajó en una tienda de discos y regentó un club de jazz. Fue profesor en las universidades de Taft y Princeton, en Estados Unidos, y es traductor al japonés de Francis Scott, Fitzgerald, John Irving, Raymond Carver y Jerome David Salinger. Entre sus obras traducidas al español figuran, además de Kafka en la orilla; Crónica del pájaro que da cuerda al mundo; Sputnik, mi amor; Al sur de la frontera, al oeste del Sol; Tokio Blues, After dark y Norwegian Wood". También ha escrito un peculiar libro de memorias titulado What I talk about when I talk about running. Ha sido galardonado con el premio Frank Kafka en el 2006, el Jerusalem Prize en 2009 y recientemente ha obtenido en España la Orden de las artes y las letras.
Se define como un corredor de fondo, amante de la cultura pop, del jazz, surrealista, ecléctico, costumbrista, posmoderno y muñidor de la tradición occidental y oriental. Su literatura fluye entre lo real y lo onírico. Cuando escribe improvisa en el ordenador como si tratase de atrapar el ritmo inesperado del jazz.
Murakami ha sido inspirador de autores y cineastas. Así Sofía Coppola in Lost in translation, Alejandro González Iñarritu en Babel, e Isabel Coixet en Map of the sound of Tokio. A su vez reconoce la influencia de David Lynch y los mangas de Hayao Miyazaki.
Kafka en la orilla del japonés publicada en 2005 acredita una prosa limpia, sin arabescos. La historia de Murakami, que el suplemento literario de The New York Times eligió como la mejor novela de 2005 sigue la estructura de la historia enfrentadas de dos personajes en dos situaciones inverosímiles. En los capítulos impares se desarrolla la historia del joven Tamura Kafka narrada en primera persona y en tiempo verbal de presente. Tamura cuando cumple quince años decide abandonar su casa. Acuciado por la misma profecía que Edipo abandona el hogar en busca de su madre y hermana y se desplaza al sur del país a Takamatsu donde recala en una particular biblioteca. Allí conoce a una misteriosa mujer Saeki que pudiera ser su madre y al bibliotecario Oshima de sexualidad indeterminada que amparan al joven y le proporcionan trabajo. En su viaje se asoma de vez en cuando el imaginario Pequeño cuervo. Kafka en checo significa cuervo, y quizás por eso Tamura Kafka se desdobla en el personaje del Pequeño cuervo, que es el desdoblamiento de la consciencia de Tamura. Murakami destaca este personaje con una tipografía distinta de letra y una redacción en segunda persona.
La otra historia que finalmente se cruza con la anterior es la de Satoru Nakata que se desarrolla en la capítulos pares y en tiempo de pasado. La historia de Nakata parte de un hecho singular como es la perdida de sentido que tiene lugar a los componentes de una excursión infantil durante la segunda guerra mundial. A consecuencia de este episodio sólo Nakata queda afectado, pero de una forma peculiar. Nakata se convierte en una persona disminuida, analfabeta con un espíritu dócil que continuamente repite que es estúpido y que no sabe leer, pero con una facultad asombrosa que esconde a los demás, como es la posibilidad de hablar con los gatos. En los primeros capítulos la historia se desenvuelve como una investigación policial del suceso, con entrevistas a la profesora y al médico que asistió a los niños. Después el hilo de la narración da un salto en el tiempo y nos encontramos a Nakata con sesenta años viviendo en Tokio, ya jubilado, y dedicado a la búsqueda de gatos perdidos. En una de estas pesquisas se topa con el estrafalario personaje de Johnie Walken que se dedica a coleccionar almas de gatos. En presencia del atribulado Tanaka arranca los corazones de los gatos que tiene en un saco, y este animado por el propio Walken lo mata atravesándolo con un cuchillo. Este suceso marca la unión de las dos historias pues Walken es en realidad el padre de Tamura. El asesinato provoca la huida de Tanaka, en un viaje hacia el sur, en donde después de episodios fantásticos como la lluvia de caballas y sanguijuelas, conoce al camionero Hoshino que deslumbrado por la sencillez de Nakata decide acompañarle, componiendo una extraña pareja quijoteca. Después de la muerte de Walken, Tanaka había perdido el sentido y cuando se despierta no hay rastro de sangre en sus manos, en cambio Tamura Kafka se despierta desorientado en un parque con las manos y ropas llenas de sangre. La policia empieza a buscar a Tamura que empieza a dudar si realmente mató a su padre. En la biblioteca queda deslumbrado por la señora Saeki que por las noches se le aparece en forma de una niña de quince años. Tamura hace amor con la señora Saeki y parece que el designio se ha cumplido. También tiene relaciones con Samura que pudiera ser su hermana. Acosado por la policía Tamura es llevado por Oshima a una casa que se encuentra en mitad de un bosque. Entre tanto en la otra historia Tanaka tiene el presentimiento de una misión que es la busqueda de la piedra de la entrada, misión que encomienda al esforzado Hoshino. Aparece entonces en escena otros de los personajes imposibles el coronel Sander que tras permitir a Hoshino refocilarse con una prostituta filósofa que cita a Bergson y Hegel, le encomienda la tarea de sustraer de un templo una piedra mágica. Al levantar esta piedra se abre una puerta de entrada al mundo de los espíritus. La señora Saeki después de la marcha de Tamura fallece, asimismo también muere Tanaka después de lograr con la ayuda de Hoshino abrir la puerta del otro mundo. Tamura por su parte se adentra en el laberinto del bosque y se pierde hasta que encuentra a dos soldados japoneses que hacía más de veinte años se habían extraviados en una maniobras. El espíritu de estos dos soldados conduce a Tamura a una ciudad donde viven fantasmas, y allí encuentra a la señora Saeki que le convence para que vuelva al mundo de los vivos. Como la conexión entre los dos mundos está abierta por la boca de Tanaka ya fallecido, intenta salir una criatura informe que no es otra que el malvado J. Walken, y que Hoshino alertado por el coronel Sander logra matar a bastonazos. Antes que la puerta de entrada se cierre Tamura Kafka logra salir y se reintegra al mundo de los vivos.
Para la crítica Kafka en la orilla es también una versión moderna de la tragedia clásica atemperada con una visión oriental de la vida y de la muerte, y acompañada de múltiples referencias literarias y musicales, con una desbordante sensualidad y sentido del humor. Entre las referencias literarias occidentales podemos reseñar las menciones de Dickens, Tolstoi, Eliot, Kafka, Lorca, Hemingway, Goethe, Aristóteles, Sófocles, Euripide, Esquilo, Aristofanes, Chejov, Shakespeare. Tampoco se puede desdeñar las referencias literarias orientales como las Mil y una noches, Natsume Soseki con su novela yo el gato, el Genji Monogatari de Mursaki Shikibu, y la mención expresa que hace del cuento de la promesa del crisantemo de Ueda Akinari incluido entre los Ugetsu monogatari que recoge la idea del viaje astral o de la separación temporal del espíritu del cuerpo: En esta historia nos cuenta Murakami, dos guerreros se hacen amigos y juran ser hermanos de por vida. Entre samuráis, este juramento era muy importante. Hacer esta promesa, equivalía a poner la vida en manos del otro, a entregarla gustosamente por el otro de ser necesario. Eso significaba. Los dos viven en regiones muy alejadas y sirven a dos señores diferentes. “Cuando el crisantemos esté en flor, iré a visitarte”, le anuncia uno al otro. “Te espero” responde el otro. Sin embargo, el samurái que tenía que ir a visitar a su amigo, se ve envuelto en problemas en su señorío y es arrestado. No puede salir. Tampoco le está permitido escribir una carta. Pronto acaba el verano, avanza el otoño y llega la estación en que florecen los crisantemos. El samurái no puede cumplir la promesa que le ha hecho a su amigo. Para un samurái, una promesa tiene una importancia capital. La fidelidad tiene más valor que la propia vida. El samurái se suicida abriéndose el vientre y su espíritu recorre una larga distancia para reunirse con su amigo. Ambos, entre las flores del crisantemo, hablan hasta la saciedad, y luego el espíritu desaparece de la faz de la tierra”.
En la novela se repite la idea del mundo como metáfora, por eso se ha señalado que el cumplimiento de la profecía sobre Kafka Tamura, es sólo metafórico. Kafka no asesinará a su padre, pero es como si lo hiciera; Kafka no se acostará con su madre y su hermana, pero es como si lo hiciera.
Dice Murakami: "Borges es un gran escritor, pero nunca me sentí muy atraído por su trabajo. Por supuesto, es un honor la comparación, pero creo que la imaginación de Borges es, cómo decirlo, mucho más terrenal que la mía. En cambio, con Manuel Puig me siento muy identificado, tenemos una imaginación más posmoderna o contemporánea supongo. En los años 80 me la pasaba leyendo a Manuel Puig. La traición de Rita Hayworth la debo de haber leído infinidad de veces. Me gusta mucho la imaginación de Puig, tan libre que le permitió sobrevivir a pesar de ser una persona muy sensible y solitaria, que sufrió mucho. Encuentro un punto en común muy fuerte entre su literatura y la mía: el tema de la soledad. Como soy un hijo único, criado entre mis discos y mis gatos, pude entender su fascinación por el cine, porque se trata de un lugar muy íntimo donde uno puede establecer con los personajes de la pantalla las relaciones profundas que tanto cuesta entablar con las personas de verdad. Es uno de mis escritores favoritos y sin duda mi preferido de la literatura argentina. En cuanto a la música, por supuesto que el tango es muy popular en Japón y supongo que el sueño de cualquier músico de jazz siempre va a ser el de haber podido colaborar con Piazzolla. Pero a mí me gusta el Gato Barbieri que es a quien más escucho (...) Supongo que tiene que ver con que no me interesan nada las historias realistas, por eso amo a García Márquez o Manuel Puig. Siento que mi trabajo como escritor es entrar en lo más oscuro de mi ser, explorar las zonas más peligrosas y raras de la mente sin ningún mapa o direcciones, para sacarlas a la superficie y ponerlas sobre papel. Ahora, si uno no puede volver a la superficie, es un infierno, entonces hay que estar bajando a las profundidades más aterradoras y volviendo a subir a cada rato para no quedar atrapado dentro de uno mismo. Hay que ser un buen corredor de distancias para hacerlo, es como meterse, una vez más, en una maratón".
En la tertulia se discutió el valor de la obra de Murakami. Frente a la posición de algunos que menospreciaban la originalidad del autor la mayoría de los tertulianos destacó la fuerza y la valentía del japonés que sobre un suelo sencillo ha levantado un vigoroso árbol. Es con toda seguridad un autor excepcional.

A destacar los siguientes enlaces:
http://libros.mysofa.es/libro/kafka_en_la_orilla
http://loslibros.wordpress.com/2009/04/02/kafka-en-la-orilla-de-haruki-murakami/
http://www.letraslibres.com/index.php?art=11797
http://www.notodo.com/cgi/php/inicio.php?apartado=recomendacion&seccion=libros&id_top=818
http://www.filmica.com/jacintaescudos/archivos/006353.html
http://sepiensa.org.mx/contenidos/2007/s_kafka/p1.html
http://www.elpais.com/articulo/portada/libros/triunfan/caos/elpepucul/20090405elpepspor_6/Tes