martes, 18 de noviembre de 2008

Miguel de Cervantes: Los trabajos de Persiles y Sigismunda

Los trabajos de Persiles y Sigismunda, historia septentrional es la última obra de Miguel de Cervantes. Pertenece al subgénero de la novela bizantina. Fue para Cervantes su mejor obra, sin embargo la crítica acepta unánimemente a Don Quijote de la Mancha como su obra maestra. En ella escribió la dedicatoria al Conde de Lemos el 19 de abril de 1616, cuatro días antes de fallecer A DON PEDRO FERNÁNDEZ DE CASTRO, Conde de Lemos, de Andrade, de Villalba; Marqués de Sarriá, Gentilhombre de la Cámara de su Majestad, Presidente del Consejo Supremo de Italia, Comendador de la Encomienda de la Zarza, de la Orden de Alcántara Aquellas coplas antiguas, que fueron en su tiempo celebradas, que comienzan: Puesto ya el pie en el estribo, quisiera yo no vinieran tan a pelo en esta mi epístola, porque casi con las mismas palabras la puedo comenzar, diciendo: Puesto ya el pie en el estribo, con las ansias de la muerte, gran señor, ésta te escribo. Ayer me dieron la Estremaunción y hoy escribo ésta. El tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan, y, con todo esto, llevo la vida sobre el deseo que tengo de vivir, y quisiera yo ponerle coto hasta besar los pies a Vuesa Excelencia; que podría ser fuese tanto el contento de ver a Vuesa Excelencia bueno en España, que me volviese a dar la vida. Pero si está decretado que la haya de perder, cúmplase la voluntad de los cielos, y por lo menos sepa Vuesa Excelencia este mi deseo, y sepa que tuvo en mí un tan aficionado criado de servirle que quiso pasar aun más allá de la muerte, mostrando su intención. Con todo esto, como en profecía me alegro de la llegada de Vuesa Excelencia, regocíjome de verle señalar con el dedo, y realégrome de que salieron verdaderas mis esperanzas, dilatadas en la fama de las bondades de Vuesa Excelencia. Todavía me quedan en el alma ciertas reliquias y asomos de las Semanas del jardín, y del famoso Bernardo. Si a dicha, por buena ventura mía, que ya no sería ventura, sino milagro, me diese el cielo vida, las verá, y con ellas fin de La Galatea, de quien sé está aficionado Vuesa Excelencia. Y, con estas obras, continuando mi deseo, guarde Dios a Vuesa Excelencia como puede. De Madrid, a diez y nueve de abril de mil y seiscientos y diez y seis años. Criado de Vuesa Excelencia, Miguel de Cervantes. http://cervantes.uah.es/Persiles/persilpre.htm#DEDICATORIA

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