jueves, 12 de febrero de 2009

Wilkie Collins: La piedra lunar ( la primera novela policiaca).

"... La piedra lunar (The Moonstone) es una novela escrita por Wilkie Collins(1824-1889) que esta considerada por la mayoría de los críticos como la precursora de la moderna novela de suspenso o misterio. T. S. Eliot se refiere a ella calificándola como "la primera, la más larga y la mejor de las modernas novelas detectivescas de Inglaterra", también la encomiaron Swinburne, Kipling, Chesterton, Scott Fitzgerald, Borges, entre otros. Catherine Peters bautizó al autor en 1991 como el 'Rey de la Invención' por su maestría en la arquitectura narrativa y la dosificación del suspenso; hace más de medio siglo, un degustador de las tramas perfectas, Jorge Luis Borges, sentenció: "Wilkie Collins es el maestro de la trama, la zozobra y los desenlaces imprevisibles". En lo relativo a la experimentación narrativa, basta señalar que Collins, y no Henry James, fue el primer novelista en usar varios narradores y puntos de vista, como hizo en las geniales novelas "La dama de blanco" (1860) y "La piedra lunar" (1868). Si Poe escribió los primeros cuentos policiales, Collins constituye el primer novelista del género policial. Inicialmente fue publicada en 1868 como una serie periódica en la revista "All the Year round" fundada y dirigida por Charles Dickens. Patricia Rondón señala que lo notable de esta esta novela es que, siguiendo las bases del género creado por Poe (un misterio insoluble, un investigador que se sirve de la lógica y una decena de sospechosos) Collins se sirve de una estructura narrativa completamente original para resolver el "caso". Una joya, que fuera robada en la India del ajuar de un dios por un soldado inglés, se convierte en el regalo de cumpleaños de una joven adinerada de la sociedad victoriana. Durante la noche, alguien roba la piedra del armario de su propia alcoba. A partir de ahí, Collins despliega un complejo cuadro de sospechosos, posibles motivaciones, historias secundarias y perspectivas diversas a través de una narración coral: cada uno de los involucrados debe escribir la información que tiene acerca del robo. Aquí es donde el autor muestra todo su talento como escritor: su manejo de las voces de los testigos demuestra un profundo conocimiento de la condición humana y hace que cada uno de los personajes se perfile nítidamente a través de la inolvidable trama. El mismo lo dice el prefacio: "Mi meta ha sido señalar aquí la influencia ejercida por el carácter sobre las circunstancias".
La narración sigue un esquema epistolar –como su anterior obra “La dama de blanco” (The Woman in White, 1860)- que Collins desarrolla brillantemente, y cada parte de la historia está contada por un testigo distinto de la misma –destacando la voz del criado Beteredge, con su afición por Robinson Crusoe, al que atribuye poderes adivinatorios o la de Miss Clack, tenaz solterona puritana, la más cómica- . Toda la información de los hechos vamos a recibirla desde perspectivas diferentes y cada uno de los personajes va a desarrollarse nítidamente a lo largo de una trama construída con gran minuciosidad. Historias secundarias, motivaciones ocultas, misterio, amor, crítica social, humor, aventura, melodrama, fantasía: todos los ingredientes necesarios para una buena historia combinados con gran maestría, que consiguen mantener la atención desde el principio hasta el final."

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