martes, 3 de febrero de 2015

Jack Kerouac: En el camino (Descubriendo a la generación beat)

Para el mes de febrero nos disponemos a leer en la tertulia la novela emblemática de Kerouac. En el Camino.

"... En el camino (On the Road) fue escrita por Jack Kerouac en 1951 y publicada por primera vez en 1957 en la editorial estadounidense Viking Press. Es una novela de corte autobiográfico escrita con la técnica del monólogo interior y que cuenta los viajes que Kerouac y sus amigos hicieron por los Estados Unidos y México entre 1947 y 1950. Está considerada como la obra definitiva de la generación beat y recibe su inspiración del jazz, la poesía y las drogas. El personaje de la novela llamado Dean Moriarty, está claramente inspirado en el amigo del escritor, Neal Cassady. La locura por la que parece abocado a “vivir rápido y morir joven”, ejerce una extraña fascinación en el narrador que representa a Jack y tiene el significativo nombre de Sal Paradise. Su hambre del Paraíso le lleva a buscar nuevas experiencias, ansiando la libertad e intensidad de una vida plena. Kerouac hizo que la escritura pareciera algo apasionante. Sacó la literatura de bibliotecas polvorientas y premios académicos, para unirla a la música, la carretera y la búsqueda de sentido a la vida. Si el cine de los cincuenta tenía a James Dean y Marlon Brando, o la música popular a Elvis Presley, la literatura encontró en Jack Kerouac el símbolo de una nueva generación. No es el autor más importante de aquel tiempo, pero representa la agitada incertidumbre de la época de post-guerra, que sembró la semilla de la revolución social de los sesenta. La mítica ruta 66 debe mucho a este libro, que en buena medida contribuyó a acrecentar las leyendas relacionadas con ella. Hasta nuestros días, la popularidad de la obra y la aceptación de la crítica la han convertido en uno de los libros más importantes del siglo XX, y fue considerada por la revista Time como una de las mejores novelas del idioma inglés publicada desde la fundación de la revista. La historia, en gran parte autobiográfica, cuenta las peripecias que Kerouac y sus amigos (Allen Ginsberg, Neil Cassady, William S. Burroughs y otros) atraviesan entre los años 1947 y 1950 mientras recorren Estados Unidos. El viaje comienza cuando uno de los amigos del grupo, el siempre emprendedor y aventurero Moriarty, decide lanzarse a la carretera, llevando con él a su fiel conjunto de seguidores que lo admiraban profundamente. En el camino fue la explosión creativa que catapultó al autor, quien llegó a ser comparado con Charlie Parker por el frenético estilo de improvisación con que desarrolla los hechos, y con Jackson Pollock por la línea irracional del expresionismo abstracto que parece seguir Kerouac con el uso de la repetición y los términos coloquiales como recursos estilísticos para crear los efectos semánticos de aceleración, espontaneidad y vértigo Con esta novela Kerouac fue calificado como el nuevo Charlie Parker y su estilo fue denominado como prosa espontánea y comparado con el Be Bop debido a su ritmo frenético e improvisado. En el camino fue escrita en sólo tres semanas, mientras Kerouac vivía con su segunda esposa Jane Haverty en un apartamento en el número 454 de la calle 20 oeste de Manhattan y fue mecanografiada sin márgenes ni párrafos diferenciados en un largo rollo de papel al que Kerouac llamaba simplemente el rollo. Contrariamente a la leyenda. Kerouac no utilizó más drogas que el café para escribir la novela. La generación beat –como el propio Kerouac la denominó– hizo de San Francisco y el Greenwich Village de Nueva York, el centro neurálgico de un movimiento, cuyas inquietudes revolucionaron el mundo. Convertido en icono de la cultura popular, “Kerouac abrió millones de cafés y vendió millones de Levis”, dice William Burroughs. Su tumba es un centro de peregrinación, desde que el poeta Allen Ginsberg apareciera en una película y unas fotos conBob Dylan, visitando su lápida. Un compañero de John Lennon, cuando estudiaba arte en una academia de Liverpool, Bill Harry, recuerda al músico leyendo En el camino. “Estábamos siempre hablando de la generación beat”, dice. El poeta Royston Ellis afirma que fue por sugerencia suya que en 1960 cambiaron la forma de escribir Beetles por Beatles. De cualquier forma, dieron a conocer este nombre en todo el mundo. Los hippies compartían también la pasión de los beat por San Francisco, las drogas y las religiones orientales. Idealizados por la cultura rock, todavía hoy músicos como Bruce Springsteen, no sólo llevan las camisas y vaqueros de Kerouac, sino que basan en él toda su fascinación por el origen trabajador, la educación católica, los coches rápidos y los paisajes abiertos. La pregunta que se hace el evangélico Steve Turner en su apasionante biografía del escritor, es si ellos nos salvaron de la hipocresía y el materialismo, o nos llevaron a la autoindulgencia y la irresponsabilidad. El personaje de Sal Paradise cree, como Jack, que América ha perdido el alma con su materialismo. Tiene profundas inquietudes espirituales y “espera que Dios le muestre su rostro” –como explicó el escritor a un periodista, que le preguntó qué era lo que buscaban los beat–. En su famoso artículo para la revista Playboy, Kerouac dice que casi todos sus libros tienen que ver con la antigua pregunta: ¿Qué debo hacer para ser salvo?”. La filosofía de la generación beat se suele asociar con el orientalismo, pero Kerouac dice que “En el camino” es “una historia de dos amigos católicos en busca de Dios”. Fue Ginsberg quien introdujo a Kerouac en el budismo. El autor de Aullido (1956) piensa que “la espiritualidad era lo primero”, para los beat, “porque todos teníamos algún tipo de experiencia visionaria, que nos empujaba fuera de una mera noción del arte como carrera o comercio”. La Generacion beat surgió en los Estados Unidos tras la ll Guerra Mundial como un movimiento no articulado en torno a un manifiesto y permaneció subterránea hasta 1956-57, coincidiendo con la aparición de "En el camino". Es en este momento, en que los jóvenes no tienen que preocuparse por sobrevivir por primera vez en la historia, cuando afloran las necesidades espirituales como una urgencia nueva y vital a la que la generación anterior no supo dar respuesta. A partir de entonces miles de jóvenes se vieron identificados con el espíritu del libro, manifestándose un sentir que habia permanecido reprimido o marginado durante muchos años. Nuevos artistas -músicos, poetas, cineastas- se vieron arrastrados por la libertad en las formas y la abierta ruptura con los convencionalismos heredados de la generación anterior que proponían los beats y que culminó con la explosión del hippismo como perversión del movimiento beat. Nadie permanece indiferente a los textos de Kerouac. Despues de 50 años de la aparición de "En el Camino" el espíritu del libro está presente, aunque de manera no reconocida en muchos casos, en las generaciones posteriores a los beatniks en todo el mundo. Escapar y buscar sea a través de los viajes, alcohol, drogas, jazz , sexo o budismo, buscar más alla de lo material, encontrarse o huir de uno -es lo mismo- y vivir improvisadamente se convirtieron en las señas de una generación de artistas cuyo mayor legado es la forma de vida al margen de lo establecido que nos mostraron. Aunque la leyenda asegura que Kerouac, inflado de café y benzedrina, había escrito la novela en tres desquiciadas semanas de abril de 1951, los expertos matizan que el libro ya rondaba la cabeza y los cuadernos de notas del escritor desde que, acompañado por Neal Cassady, empezó sus viajes por Estados Unidos y México en 1948. Pero solo tras sucesivas correcciones y enmiendas -sugeridas o sutilmente impuestas por amigos, editores e incluso abogados- la obra vio la luz, en septiembre de 1957. Medio siglo después, Kerouac vuelve a la carretera con la edición en Estados Unidos del manuscrito original, inédito hasta la fecha. Pese a las pegas de la familia del autor, que se mostraba reacia a publicar el texto íntegro por entender que exhibía una imagen todavía más cruda de las andanzas de Jack Kerouac y sus compinches beat , el sello Viking ha logrado finalmente poner en el mercado anglosajón lo que ha titulado como On the road. The original scroll ( En el camino. El rollo original ), en referencia a ese legendario rollo en el que el autor había mecanografiado su narración. Un manuscrito, por cierto, al que un perro arrancó a dentelladas sus últimas páginas, que aquí se añaden como apéndice según un borrador de 1951. Para publicar En el camino en 1957, Kerouac tuvo que podar el texto primitivo al gusto de la época. Los dos principales protagonistas del volumen, Jack Kerouac y Neal Cassady, se camuflaron bajo los nombres de Sal Paradise y Dean Moriarty. Allen Ginsberg se convirtió en Carlo Marx, nada menos. Y así se disfrazó, con apellidos postizos, a toda la banda de la generación beat . Además, el autor tuvo que eliminar varias escenas en las que el sexo cobraba un aspecto demasiado explícito para la América de los años cincuenta, todavía algo suspicaz ante la contundente receta de jazz, drogas, poesía, alcohol, viajes y sexo que había acuñado la contracultura. En las mesas de los editores se quedaron, por ejemplo, pasajes con minuciosos detalles sobre relaciones homosexuales y un escabroso episodio protagonizado por un mono sodomita en un prostíbulo de Los Ángeles.Otro cambio significativo que experimentó la obra fue la introducción de signos de puntuación (el autor se quejaba de que le forzaban a sembrar de comas innecesarias sus párrafos). La novela, tal y como había salido de la baqueteada Underwood de Kerouac, consistía en un único párrafo de unas 125.000 palabras posadas sobre un larguísimo rollo de papel que, abierto sobre el suelo, imitaba el camino del título. Ese mismo rollo de 300 páginas sin puntos y aparte se extiende ahora ante el lector en forma de libro. Los protagonistas se llaman por sus auténticos nombres y el sexo ha sobrevivido a las tijeras del editor...."