sábado, 16 de mayo de 2009

Carlos Castilla del Pino: La casa del Olivo (autobiografía de un psiquiatra)

"... Carlos Castilla del Pino (1922-2009) Neurólogo, psiquiatra y ensayista, cursó la carrera de Medicina en Madrid e inició en esta ciudad su formación con el profesor José Luis López-Ibor en el Departamento de Psiquiatría del Hospital Provincial. A partir de 1945, compaginó esta tarea con su trabajo como colaborador en el Departamento de Histología del Sistema Nervioso del Instituto Cajal. En 1946 se doctoró con la tesis Fisiología y patología de la percepción óptica del movimiento. Castilla del Pino dirigió el Dispensario de Psiquiatría de Córdoba entre 1949 y 1987. Por motivos políticos no pudo ejercer la enseñanza universitaria hasta que, en 1977, ya finalizado el franquismo, ocupó la cátedra de Psiquiatría en la Universidad de Córdoba hasta 1987. Es autor de numerosos libros sobre psiquiatría como Fundamentos de antropología dialéctica, Cuatro estudios sobre la mujer, La culpa, Patografías o Aspectos cognitivos de la esquizofrenia. En 1998 recibió el Premio Internacional de Ensayo Jovellanos por El delirio, un error necesario. También ha publicado dos novelas de ficción y dos libros de memorias, Pretérito imperfecto. Autobiografía (1922-1949), por el que recibió el IX Premio Comillas, y Casa del olivo. Autobiografía (1949-2003). Miembro de honor de la Asociación Española de Neuropsiquiatría y de las Sociedades de Psiquiatría de Argentina, Perú y Colombia entre otras, fue elegido miembro de la Real Academia Española el 19 de junio de 2003 Las más de mil páginas que conforman los dos volúmenes de memorias de Carlos Castilla del Pino —Pretérito imperfecto (1997) y Casa del olivo (2004)— son, nos dice Ramón González, probablemente la crónica más personal, rica y reveladora de los dos últimos tercios del siglo XX español. También son, obviamente, la historia de un hombre singular; un hombre que decidió su vocación médica antes de los once años, que a los trece ya ayudaba a hacer autopsias y que a los catorce, con el estallido de la Guerra Civil, ya empezaba a posicionarse políticamente. Su experiencia posterior estaría íntimamente ligada a los avatares del país: estudió medicina en un Madrid gélido y lleno de mediocres, fue desde finales de los años cuarenta el responsable del dispensario psiquiátrico de Córdoba —ciudad que era el reflejo de una España que "se había hecho provinciana y cateta inmediatamente después de la Guerra Civil"— y colaboró a través de su desempeño profesional e intelectual a diluir en lo posible el puritanismo y la estupidez del franquismo. Las memorias de Castilla del Pino son, en este sentido, el retrato del inmenso desencuentro que puede producirse cuando un hombre de una inusitada precocidad intelectual se enfrenta a una sociedad anestesiada. El tamaño de ese desencuentro, sin embargo, es probablemente uno de los motivos que hacen de esta larga crónica un documento único. Castilla del Pino —cuyo retrato de sí mismo es mucho menos pudoroso de lo habitual en España— ha conseguido relatar la vida médica, intelectual y también material de la mayor parte del siglo con un detallismo y una ambición que probablemente no tengan igual en la escritura autobiográfica española de este tiempo. Creo, reseña Juan Malpartida, que Carlos Castilla del Pino (San Roque, Cádiz, 1922- Córdoba,2009), pasará a la historia por su obra de carácter autobiográfico. Sus libros de ensayos y científicos, lúcidos, claros, valiosos, me atrevo a pensar que serán asimilados en otros sobre los mismos temas que sin duda, en muchas ocasiones, aprovecharán sus rigurosas aportaciones. También como médico y profesor ha dejado su huella en multitud de profesionales, contribuyendo a la creación en España de una neuropsiquiatría con criterios científicos e intelectuales novedosos..."

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