viernes, 27 de marzo de 2009

Oscar Wilde: De profundis

Extracto "El amor se alimenta de la imaginación, que nos hace más sabios que lo que sabemos, mejores de lo que sentimos, más nobles que lo que somos; que nos capacita para ver la Vida como un todo; que es lo único que nos permite comprender a los demás en sus relaciones así reales como ideales. Sólo lo bello, y bellamente concebido, alimenta el Amor. Pero el Odio se nutre de cualquier cosa” Los errores fatales de la vida no se deben a que seamos insensatos: un momento de insensatez puede ser nuestro mejor momento. Se deben a que somos lógicos. Hay una gran diferencia.” Cuando la Sabiduría me ha sido improvechosa, y la Filosofía estéril, y los proverbios y frases de los que pretendían darme consuelo han sido como polvo y cenizas en mi boca, la memoria de aquel pequeño gesto humilde y silencioso de Amor ha abierto para mí todos los pozos de la piedad, ha hecho al desierto florecer como una rosa, y me ha llevado de la amargura del exilio solitario a la armonía con el corazón herido, roto y grande del mundo. …teatro, novela, poema en rima, poema en prosa, diálogo sutil o fantástico, todo lo que tocaba lo hacía hermoso con un género nuevo de hermosura; a la verdad misma le di lo falso no menos que lo verdadero como legítimos dominios, y mostré que lo falso y lo verdadero no son sino formas de existencia intelectual. Traté el Arte como la realidad suprema, la vida como un mero modo de ficción; desperté la imaginación de mi siglo de suerte que crease mito y leyenda alrededor de mí; resumí todos los sistemas en una frase y toda la existencia en una agudeza… …me dejaba arrastrar a largas rachas de indolencia sensual y sin sentido. Me divertía ser un flaneur, un dandy, un personaje mundano. Me rodeaba de naturalezas mezquinas y de mentes inferiores. Vine a ser el manirroto de mi propio genio, y malbaratar una juventud eterna me proporcionaba un curioso gozo. Cansado de estar en las alturas, iba deliberadamente a las bajuras en busca de nuevas sensaciones. Lo que la paradoja era para mí en la esfera del pensamiento, eso vino a ser la perversidad en la esfera de la pasión. El deseo, al final, era una enfermedad, o una locura, o ambas cosas. Me hice desatento a las vidas de los demás. Tomaba el placer donde me placía y seguía de largo. Olvidé que cada pequeña acción de cada día hace o deshace el carácter, y que por lo tanto, lo que uno ha hecho en la cámara secreta lo tiene que vocear un día desde los tejados. Dejé de ser Señor de mí mismo. Ya no era el Capitán de mi Alma, y no lo sabía. Dejé que tú me dominaras, y que tu padre me atemorizara. Acabé en una espantosa deshonra. Ahora para mí sólo queda una cosa, la absoluta Humildad: lo mismo que para ti sólo queda una cosa, la absoluta Humildad. Te vendría bien bajar al polvo y aprenderla a mi lado."
Nos dice Jimarino que: " Desde la cárcel de Reading, Wilde escribió De profundis como un larga carta para Lord Alfred Douglas, y a pesar de censurar a lo largo de sus ciento veintiocho páginas las actitudes y el egoísmo del joven, a pesar de reprenderle por su silencio posterior, por la ausencia de noticias tras caer en desgracia (ni siquiera un puñado de cartas le envió más tarde), la intención del escritor fue más bien didáctica, trataba de provocar una reflexión en él. No se atisba odio contra Alfred, ni siquiera contra quienes lo llevaron a esa situación, al contrario, suena a aceptación de lo sucedido, a una recapitulación de su propia vida y los mecanismos que el pasado había ido generando a causa de su comportamiento para alcanzar un presente como el que vivía: humillado, sometido a la vejación psíquica y moral, a la vergüenza, la deshonra y la soledad más absoluta. Wilde trató de aprender a vivir con lo que le quedaba". "Deslumbra la conciencia de su destino de artista, el aprovechamiento vital que extrajo de todas su experiencias, y conmueve su dolor, su desgracia. Es el texto de un hombre humillado y envejecido. Es la verdad de una vida en medio de una historia que arrastra a los hombres. Aún así posee, nos dice Marino, el canto de la esperanza, la fuerza de un espíritu elevado, indómito y original, de un pensador lúcido y brillante, las palabras más cercanas que jamás compuso, el testimonio de un escritor magnífico. Cómo él dijo una vez: El filisteo es el que sostiene y secunda las fuerzas mecánicas, pesadas, lerdas y ciegas de la Sociedad, y no reconoce la fuerza dinámica cuando la ve en un hombre o en un movimiento". Quizás, éste sea el relato más impactante y vigoroso con el que Oscar Wilde hace posible la redención de sus fantasmas del pasado puestos en Lord Alfred Douglas. En De Profundis, única obra escrita en la cárcel, y la última de sus obras en prosa, también figura la redención de los sentimientos más profundos . La carta en De Profundis no fue escrita para llenar de amargura el corazón del joven Alfred, sino para vaciar el de Wilde. " Hasta que punto me encuentro aún lejos del equilibrio espiritual lo atestigua esta carta con sus talantes cambiantes e inseguros, su desprecio y su amargura, sus aspiraciones y su incapacidad para colmarlas. Pero no olvides en qué terrible escuela estoy realizando mi tarea. Y aunque sé que soy incompleto e imperfecto, puedes aprender mucho de mí. Viniste a mí para adiestrarte en los placeres de la vida y el arte. Quizá haya sido elegido para enseñarte algo más maravilloso: el significado del dolor, y su belleza. Tu afectísimo amigo, Oscar Wilde". Esta recensión es extracto y compendio de otras que se relacionan, y especialmente recomiendo http://jimarino.com/2008/09/26/oscar-wilde-de-profundis/ http://metamorfosis.itgo.com/deprofundis.html http://es.wikipedia.org/wiki/Oscar_Wilde http://es.geocities.com/biblio_e_1/wilde/profundis.pdf http://www.elmundo.es/elmundolibro/2002/07/28/anticuario/1027580567.html

2 comentarios:

  1. Me encantaría asistir a esa cena tertulía en Sevilla, compañero, Y así conocer a esos locos que con enorme regularidad rescatáis obras maestras de la literatura de todos los tiempos en este blog. Además adoro Sevilla, pienso que es la ciudad de España más hermosas
    y tengo un recuerdo imborrable de mi último fin de semana allí, hace ahora algo más de dos años. Me pilla algo lejos Sevilla, pero os acompaño de corazón. Espero que todo vaya magnífico, y que El amor en los tiempos del cólera llene a todo el mundo de su extraña santidad.
    Un abrazo muy fuerte, y muchas gracias por la reseña sobre Wilde. De profundis es un texto extraordinario.

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  2. MUchas gracias por tu generosidad al permitir compartir tu reseña de Wilde. Por supuesto que estás invitado. Cuando puedas venir, lo único que tienes que hacer es mandarme un correo. La próxima será la séptima de esta temporada 2008/2009. Hay ya un grupo de tertulianos consolidado de unos 20, pero estamos encantados que vengan visitas, sobre todo, si son cualificadas.
    Un abrazo.

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