martes, 10 de febrero de 2009

LLÁMALO SUEÑO, de Henry Roth: Reseña de Constanza Mathe.

Henry Roth (1906-1995) es un clásico de la literatura norteamericana, autor de una de las más importantes novelas del siglo XX, según la crítica, y reconocido hoy como el maestro de autores como Salinger, Bellow, Malamud o Philip Roth. Henry Roth escribió Call it sleep (Llámalo sueño, en la traducción española) a los 28 años, en 1934. La novela abarca, en el tiempo de la narración, seis años de la vida en un guetto neoyorquino, allá por los años treinta del siglo pasado, de un niño judío, David Schearl. David llega con su madre, emigrados de Europa, a Estados Unidos, donde les espera el padre, un hombre frío y cruel que descargará sobre el pequeño toda su violencia. David se esconde en el calor de la madre del miedo, del ambiente hostil y degradado de su entorno, de la miseria y las dificultades de entenderse en otro idioma. Dice Mariano Antolín Rato (Babelia, 8-5-1999) que Llámalo sueño “es una obra en la que el arte trata de mantenerse por sí mismo en un mundo de tremendos problemas y luchas políticas y sociales, la amenaza del fascismo y el miedo a otra guerra mundial. Y nadie parecía más indicado para expresar con mayor viveza las inquietudes del momento que un niño judío de una familia inmigrante asediada por la miseria física y humana en la zona baja este de la isla de Manhattan”. La estructura familiar de los Schearl –padre-madre-hijo- desarrolla todo un análisis sociológico, un retrato de la vida de los inmigrantes de principios de siglo que alcanzaron la tierra dorada, un paraíso que curiosamente se iba a convertir años después en un infierno de pobreza en el que el vocabulario de la gente sencilla estaba limitado a una sola palabra: supervivencia. Sin embargo, a pesar de que una lectura superficial pudiera invitarnos a creer que Llámalo sueño es una novela de contenido social, no existe en toda la obra una crítica ni viso alguno de política panfletaria o diatriba amarillista contra el modo de ser de la sociedad norteamericana, sino, eso sí, una profunda introspección y análisis psicológico de los personajes, de los cuales nos muestra su interior en constante pugna consigo mismos, con los otros y con todo el infierno que representa la convivencia social forzada, hipócrita y vacía de (casi) toda la humanidad. En Llámalo sueño los críticos reconocen influencias de James Joyce y destacan el realismo y la imaginación de sus páginas y sus hallazgos lingüísticos, fruto del caos producido por el yiddish familiar e infantil y la vulgaridad posterior del lenguaje de la calle. Del autor irlandés toma especialmente el llamado monólogo interior, estrategia discursiva que pretende que el narrador desaparezca tras los pensamientos de los personajes, con lo que los lectores podemos acceder, sin que el personaje lo sepa, a su intimidad psicológica. Es precisamente a través de esta técnica que Roth nos muestra el interior psicológico de David, en constante pugna entre lo que cree que debe de ser, lo que es en apariencia, y lo que “verdaderamente” es. Así, Roth se convierte a través de Llámalo sueño en el introductor del monólogo interior en la novela norteamericana, lo que la coloca como una obra de vanguardia que inserta a la literatura estadounidense en la historia de las innovaciones narrativas de principios del siglo XX. Una historia urbana y proletaria que nada más publicarse cayó en el olvido. Del escritor Henry Roth nunca más se supo hasta la publicación, en 1964, de una edición de bolsillo de Call it sleep que descubrió la novela a la crítica y los lectores. Pero ni la venta de más de un millón de ejemplares ni el reconocimiento público ayudaron a Henry Roth, que durante 30 años se dedicó a empleos manuales en Nuevo York, Boston y Maine, desde leñador hasta empleado en un psiquiátrico. En cuanto su nombre se consagró, la demanda de un segundo libro se hizo insoportable para el escritor, que dijo: “No es que no quisiera escribir. El deseo de hacerlo no me abandonó nunca. Era que temía haberme quedado seco”. También pensaba que la generación intelectual de los años 30 a la que él pertenecía, tuvo miedo de escribir sin aportar nada a un mundo cambiante y en continuo movimiento. La ruptura con la poeta Eda Lou Walton, mentora de sus años mozos, tuvo también mucho que ver con su crisis creativa. Roth acabó refugiándose en su soledad y perdió contacto con el círculo literario de su juventud. La mejor situación económica le permitió, junto a su mujer, la compositora Muriel Parker, establecerse en Nuevo México. En 1967 recuperó el interés perdido por el judaísmo, gracias a la guerra árabe-israelí. En ese tiempo, dedicó seis meses de su vida a permanecer en Sevilla junto a su mujer “buscando las raíces de la diáspora y tratando de encontrar el lugar donde murieron los últimos judíos españoles”. El reencuentro con su identidad judía fue importante para volver a escribir. Durante los veinte años siguientes escribió unas 3.500 páginas que luego se ordenarían en cuatro volúmenes, con el nombre global de A merced de una corriente salvaje, el primero publicado en 1994, un año antes de su muerte, y los otros tres póstumos. De esta voluminosa obra dijo su autor que “abre todas las puertas que quedaron cerradas en Llámalo sueño”. Carlos Pineda concluye así un artículo dedicado a Henry Roth con motivo del centenario de su nacimiento: “Ahora, ante los malos presagios que se dejan entrever en el horizonte de la Historia, es necesario volver la mirada a las páginas de Call It Sleep, para obligar a la memoria, a través de la prosa devastadora de Roth, a mirar el presente (nuestro presente) como reflejo caduco y lamentable del pasado, de un pasado ignominioso que todos creíamos no iba a volver, pero que ya está de nuevo aquí. Así las cosas, más vale que nos digamos a nosotros mismos, a modo de cosuelo y para evitar la inevitable frustración, la frase con la que se cierra el libro de Roth: hubiera podido también llamarlo sueño.” Constanza Mathe. Bibliografía: Henry Roth. De Wikipedia, la enciclopedia libre. Críticas de Literatura universal. Wineruda. Carlos Fresneda: “Muere Henry Roth, el autor del silencio más inquietante del siglo”. El Mundo, 16-10-1995. Mariano Antolín Rato, El País, 8-5-1999. Carlos Pineda: “Tras los párpados del sueño, Henry Roth: cien años”. La Jornada semanal, 17-9-2006.

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