jueves, 5 de febrero de 2009

Daniel Defoe: Moll Flanders (la impostura del narrador)

"... Fortunas y adversidades de la famosa Moll Flanders (en el original idioma inglés, The Fortunes and Misfortunes of the Famous Moll Flanders, más conocida simplemente como Moll Flanders) es una novela publicada en 1722 por Daniel Defoe. Defoe escribió esta obra después de trabajar como periodista, y siendo ya un escritor reconocido gracias a la publicación, en 1719, de Robinson Crusoe Moll Flanders refleja la vida intensa y apasionada de una mujer independiente que lucha con coraje para cambiar su destino, el de una joven huérfana y sin recursos, en el ambiente decrépito y viciado de la Inglaterra del siglo XVII. La élite más exquisita, la vida de los bajos fondos, la cárcel, la prostitución e incluso la deportación a las colonias -Norteamérica aún no era un sueño-, son los escenarios donde se suceden las aventuras y desventuras de Moll Flanders. Si bien la novela pretende contar la historia de la regeneración de una pecadora, Moll Flanders no tiene nada de ejemplar, y Defoe aprovecha para retratar con dureza la época y los personajes que deambulan. Moll Flanders ha sido considerado una novela picaresca y una "moralidad" teatral, y ciertamente tiene rasgos de ambos géneros. Desde el punto de vista de los historiadores, Moll Flanders ofrece valiosa información acerca de la vida, los hábitos y los castigos en el mundo criminal del siglo XVIII. Contiene además una de las pocas descripciones detalladas de la vida en el barrio londinense de The Mint, así como de la Prisión de Newgate. Refleja además la visión de los Estados Unidos de América a comienzos del siglo XVIII, lo que la convierte, en cierto modo, en propaganda pro-inmigración, ya que refleja una visión de una América pacífica, tolerante y llena de oportunidades. Para Andrés Ferrada en la novela Moll Flanders: " el autor inglés Daniel Defoe elabora un espacio narrativo caracterizado por su propia impostura y la de la protagonista. Mientras el autor transforma deliberadamente su dimensión de autor en la de editor, Moll experimenta mutaciones físicas, sociales y morales en un contexto episódico que revela tanto la picardía del personaje como la de su creador. Ambos procesos están caracterizados por la simulación, uno de los rasgos esenciales al momento de evaluar la textura picaresca de la obra". "Otro aspecto de particular interés referido al tratamiento narrativo de Defoe o su postura frente a la ficción que crea lo encontramos en la sinopsis de la novela. En ella, nos dice Ferrada, Defoe adopta la persona pública de un editor que nos dará a conocer: "Las fortunas y desgracias de la famosa Moll Flanders, nacida en Newgate, y quien durante una vida de más de tres décadas de continuas aventuras [...] fue prostituta doce años, esposa en cinco ocasiones (en una de ellas de su propio hermano), ladrona otros doce, una extraditada criminal en Virginia ocho años, para finalmente convertirse en una mujer adinerada, de vida honesta y una penitente hasta el día de su muerte." El editor concluye la sinopsis con la breve pero sugerente indicación: "tales hechos escritos a partir de sus propias memorias" (Defoe, 1994: vi). Esta sinopsis advierte la autenticidad de la historia que adquiere un carácter verosímil al igual que el prefacio, en el que Defoe, asumiendo la impostura de un editor, clarifica que su intervención se ha limitado a recopilar y editar las supuestas memorias. En este sentido, el editor reconoce haber alterado parte de las memorias, reemplazando algunos términos por "palabras más decorosas, ya que la copia que llegó a mis manos ostentaba un lenguaje más digno de la prisión de Newgate que de una que se dice Penitente y Arrepentida, como ella misma asegura más adelante". Para Andrés Ferrada es precisamente el acto de pretender ser lo que no se es en esencia mediante el disfraz de la apariencia el fenómeno que expande los criterios evaluativos de la obra de Defoe. En consecuencia, en lugar de concentrarse en la progresión de las aventuras y desventuras de la heroína en el desarrollo episódico de la trama, tanto la obra como el proceso de lectura se enriquecen críticamente al cuestionar: a) primero, un relato que se hace pasar por historia, b) segundo, la mutación de Defoe en la estructuración de su ficción al despojarse de su rol de autor y disfrazarse con el de editor y c) tercero, el supuesto arrepentimiento de la protagonista, expresado con el epíteto de "penitente" pero jamás actualizado en una postura ética consecuente con la profusa aparición del mismo en los capítulos finales de la novela. Dicho cuestionamiento es potenciado por el propio "editor" en la página que presenta el título y la sinopsis de las "memorias", y en la que nos invita a convertirnos en esos lectores "que saben cómo leer el relato". Es evidente que el juego deliberado que Defoe propone con el fin de ensombrecer los límites entre ficción y realidad admite no sólo una interpretación meta-ficticia de la obra, sino que también sugiere la dimensión picaresca del propio autor frente a su narración. De esta forma, tanto el escritor como su escrito logran aquella anhelada "otra identidad" gracias a la composición en forma de memorias de la novela que, a fin de cuentas, evidenciaría también un carácter meta-picaresco. En otras palabras, y sólo considerando la plausibilidad de esta perspectiva, podríamos definir - dice Andrés Ferrada- Moll Flanders como una novela picaresca originada conceptual y técnicamente mediante una de las estrategias pícaras por excelencia: la impostura".
Esta recensión es compedio y extracto de las dos reseñas que se relacionan en los vínculos que siguen: http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-09342003005400004&script=sci_arttext http://es.wikipedia.org/wiki/Daniel_Defoe

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