viernes, 11 de junio de 2010

Amin Maalouf: León el Africano. ( Premio Príncipe de Asturias)

" A mí, Hasan, hijo de Mohamed el alamín, a mí, Juan León de Médicis, circuncidado por la mano de un barbero y bautizado por la mano de un papa, me llaman hoy el Africano, pero ni de África, ni de Europa, ni de Arabia soy. Me llaman también el Granadino, el Fesí, el Zayyati, pero no procedo de ningún país, de ninguna ciudad, de ninguna tribu. Soy hijo del camino, caravana es mi patria y mi vida la más inesperada travesía. Mis muñecas han sabido a veces de las caricias de la seda y a veces de las injurias de la lana, del oro de los príncipes y de las cadenas de los esclavos. Mis dedos han levantado mil velos, mis labios han sonrojado a mil vírgenes, mis ojos han visto agonizar ciudades y caer imperios. Por boca mía oirás el árabe, el turco, el castellano, el beréber, el hebreo, el latín y el italiano vulgar, pues todas las lenguas, todas las plegarias me pertenecen. Mas yo no pertenezco a ninguna. No soy sino de Dios y de la tierra, y a ellos retornaré un día no lejano. Y tú permanecerás después de mí, hijo mío. Y guardarás mi recuerdo. Y leerás mis libros. Y entonces volverás a ver esta escena: tu padre, ataviado a la napolitana, en esta galera que lo devuelve a la costa africana, garrapateando como mercader que hace balance al final de un largo periplo. Pero no es esto, en cierto modo, lo que estoy haciendo: qué he ganado, qué he perdido, qué he de decirle al supremo Acreedor? Me ha prestado cuarenta años que he ido dispersando a merced de los viajes: mi sabiduría ha vivido en Roma, mi pasión en el Cairo, mi angustia en Fez, y en Granada vive aún mi inocencia. "
(León el Africano fragmento)
"... De esta sugerente manera comienza el periodista y escritor libanés Amin Maalouf su novela “León el Africano”, en la que relata la vida de ese misterioso personaje de origen andaluz que en la primera mitad del siglo XVI viajó por buena parte del Sahara, llegando incluso hasta la ciudad de Tombuctú, capital del reino de los negros, y que fue capturado por un pirata siciliano y ofrecido como regalo al papa León X. Durante su estancia en Roma, Hasan bin Muhammed al-Wazzan al-Fasi, que es como se llamaba en realidad, demostró con creces su sabiduría, lo que le valió ser pronto liberado y bautizado como Giovanni Leone di Medici, aunque pronto todos comenzaron a llamarle León el Africano. Poco después, el propio Papa le encargaría la redacción de una obra en la que volcara todo su conocimiento y experiencias sobre África, que tituló “Descripción de África y de las cosas notables que en ella se encuentran”. Precisamente fue entre las líneas de este libro donde, 450 años después, hurgaría Amin Maalouf para dar cuerpo a su novela. Y es que, salvo las notas autobiográficas de la “Descripción de África”, poco más se sabe de León el Africano, de quien se cree que tras residir unos años en Bolonia, Nápoles y Florencia, volvió a Túnez donde se convirtió de nuevo al Islam.
Maalouf, él mismo a caballo entre lo occidental y lo oriental, conocedor del árabe pero que escribe en francés, era la persona más indicada para escribir este libro en 1986, en cuya introducción hay toda una declaración de intenciones: “Por boca mía oirás el árabe, el turco, el castellano, el beréber, el hebreo, el latín y el italiano vulgar, pues todas las lenguas, todas las plegarias me pertenecen. Mas yo no pertenezco a ninguna. No soy sino de Dios y de la tierra, y a ellos retornaré un día no lejano”. El novelista y ensayista libanés afincado en Francia Amin Maalouf, una de las voces más importantes de la literatura árabe, que antes que escritor fue periodista, es autor de obras como "León el africano", "Samarkanda" o "Los jardines de luz" y está en posesión de numerosos premios, entre ellos el Goncourt o el Maison de Presse y el reciente premio Príncipe de Asturias. Es uno de los escritores que más atención ha prestado a la cultura mediterránea. Entre sus últimos trabajos figura "El desajuste del mundo. Cuando nuestras civilizaciones se agotan", un ensayo en el que aboga por la universalidad de los valores y el respeto a la diversidad de las culturas.
Amin Amin Maalouf (Beirut, 1949), nos presenta a León el Africano como el símbolo de una etapa de coexistencia y como arquetipo de identidad heterogénea "por la forma serena de vivir sus diferentes vínculos, de navegar sin odio entre los distintos países, religiones y lenguas, así como por su voluntad de servir de lazo de unión entre el norte y el sur del Mediterráneo, de ser un "traductor" en el sentido más completo del término, es decir: un transmisor de conocimientos". Durante la época de crisis en que dos grandes imperios pugnan por la supremacía en el Mediterráneo, un hombre nacido en Granada poco antes de la caída de la ciudad en manos cristianas vive una aventura extraordinaria, uniendo en su experiencia Oriente y Occidente, el mundo cristiano y el islam. La fecunda imaginación de Amin Maalouf nos guía a través del portentoso periplo que entonces inicia quien acabará siendo conocido como "León elAfricano": exiliado en Fez, como tantos árabes andaluces, Hasan, hijo de Mohamed el alamín, conocerá la misteriosa ciudad de Tombuctú y los quince reinos negros que separan el Níger y el Nilo, El Cairo y Constantinopla, y, finalmente, la fascinante Roma del Renacimiento,antes de encontrar sosiego, después de numerosos avatares, de regreso en su continente natal...".

Es extracto y compendio de otras reseñas:
html/colecciones/memoria/leon.htm+leon+el+africano+amin+maalouf&cd=16&hl=es&ct=clnk&gl=es

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