Robertson
Davies (1913-1995) es un escritor, periodista y crítico
canadiense. Candidato fallido al premio nobel de literatura, está considerado
como uno de los más prestigiosos autores en lengua inglesa del siglo XX. Nacido
en Ontario en el seno de una familia acomodada, Davies estudió Letras en Inglaterra
en Universidad de Oxford, llegando a ser actor en la Old Vic Repertory Company
de Londres, productor de teatro, destacado periodista en Canadá, renombrado
profesor de Literatura y finalmente rector en la Universidad de Toronto. Hombre
de letras en el sentido más estricto alternó la narrativa con la enseñanza, la
elaboración de numerosos ensayos literarios y la escritura de obras de teatro.
John Irving lo definió como "el Dickens
de Canadá. Entre sus apasionados lectores estaban Malcolm Bradbury, que
aseguraba que se trataba de "uno de los grandes novelistas modernos",
y Harold Bloom, que lo incluyó en El canon occidental. Y, sin embargo, Davies
era prácticamente desconocido en España hasta que la pequeña editorial Libros
del Asteroide emprendió la publicación de la Trilogía de Deptford, la más
adictiva de su extensísima obra.
Robertson Davies agrupó
su obra narrativa en trilogías, aunque las novelas que las forman pueden ser
leídas de manera independiente. Escribió la Trilogía de Salterton
(Tempest-Tost, Leaven of Malice, A Mixture of Frailties); la Trilogía de Deptford
(El quinto en discordia, Mantícora, El mundo de los prodigios); la Trilogía de
Cornish (Ángeles rebeldes, Lo que arraiga en el hueso, La lira de Orfeo) y la
inacabada Trilogía de Toronto, de la que sólo llegó a finalizar las dos
primeras partes: Asesinatos y ánimas en pena y Un hombre astuto.
La trilogía más aclamada
de ellas fue la Trilogía de Deptford, cuya primera entrega es El quinto en
discordia, y que fue publicada por primera vez en Canadá en 1970. El quinto en
discordia está considerada por la crítica más autorizada como una obra
maestra, un relato soberbio en el que Davies emplea los pliegues del destino
para colocar bajo la lente de aumento a la sociedad canadiense de la primera
mitad del siglo XX.
El quinto en discordia es
la historia de Dunstan Ramsay, narrador que tendrá que enfrentarse a su propia
vida mientras intenta aclarar la muerte de un amigo de la infancia, el magnate
Boy Staunton. En este
primer volumen seguimos la vida de Dunstan Ramsay, un muchacho del pequeño
pueblo de Deptford, en Ontario, Canadá, desde el día en que siendo un niño que
juega a tirarse bolas de nieve con su amigo Percy Staunton, protagonista del
segundo volumen; una de las bolas, dirigida a Dunstan, golpea a la esposa del
párroco baptista, lo que le provoca un parto prematuro del que nace Paul
Dempster, el protagonista de la tercera novela. El arco que dibuja en el aire
la bola de nieve que Dunstan esquiva contiene simbólicamente la línea de la
vida de los tres muchachos. Este accidente
fortuito marcara el destino de quienes lo desencadenaron, cuestionando su libre
albedrío. Si no hubiera esquivado esa bola de nieve que, lanzada por un
compañero de colegio, acabó impactando en la embarazada señora Dempster y
provocando el prematuro alumbramiento de su hijo Paul, nada sabríamos de
Dunstan Ramsay. El relato retrocede desde la jubilación como profesor de Ramsay
a su niñez y está contado en forma de memoria personal. Comienza con el
accidente de la bola de nieve y sigue con la adolescencia y juventud, la
terrible experiencia de la Primera Guerra Mundial, que le convierte en
minusválido, la vuelta a Canadá, la dedicación a la enseñanza, el reencuentro
con un rico Percy Staunton a cuya sombra se acoge, el descubrimiento de un
inesperado Paul Dempster y, finalmente, se cierra el ciclo al regresar al
inicio: una vida cumplida.
El quinto en discordia es una historia sobre
el Destino, sobre el carácter, y sobre la línea que los separa del azar. El protagonista, que se siente culpable del
infortunio de la señora Dempster, no deja de preguntarse cuál es su papel en el
drama que la vida ha organizado. Y su papel no es otro sino el de ser el quinto
en discordia, no el protagonista o el antagonista, ni siquiera un actor
secundario, sino más bien el utillero que se encuentra detrás de la escena
manejando los hilos de la historia. "Es necesario, nos dice Davies en la novela,
que en la trama haya un quinto en discordia, porque es quien conoce el secreto
del nacimiento del héroe, aparece para ayudar a la heroína cuando se cree
perdida, mantiene a la reclusa en su celda o incluso puede provocar la muerte
de alguien, si eso forma parte del argumento". La vida es un destino cuyo
desarrollo se vive, más cuyo sentido sólo se alcanza al final, viene a decir
Davies. Para contarnos esta historia y llegar a un fascinante final, Davies
ofrece un alarde de conocimiento del alma humana y de una desbordante
imaginación.
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